Por Coach Martín Sánchez
ActionCOACH Sureste
Tercer reto: ¿Qué es primero, el equipo o los sistemas?
Ya mencionamos en un artículo anterior el reto que viven
muchos ejecutivos que se convierten en dueños de su propio negocio al tener que
cubrir ellos mismos, varias funciones del organigrama de su empresa, con todo
lo que esto implica.
En contraste mencionaremos ahora el caso no menos frecuente
del emprendedor que desarrolla su negocio apoyándose en personas de inmediato,
antes incluso de definir las funciones y responsabilidades que esas personas
van a cubrir.
Esto puede deberse a que como ejecutivo exitoso, el nuevo
empresario se ha basado en sus habilidades de liderazgo y en su capacidad de
construir relaciones con otras personas, más que en su habilidad para definir
procesos y sistemas claros. Después de todo muchos ejecutivos son contratados
por su aliento para guiar al equipo y no por su capacidad para definir procesos
y sistemas que ya estaban previamente diseñados.
Este nuevo empresario inicia su negocio basado en la
hipótesis de que un equipo de personas en quienes pueda confiar, pueden
ayudarlo a hacer funcionar su negocio eficientemente. La pregunta es: ¿Qué va
primero, los sistemas o el equipo?
¿va primero la definición objetiva de cómo se debe hacer el
trabajo? o la contratación de las personas que han de hacerlo. Esto parece
confuso si consideramos que es el equipo el que hace funcionar los sistemas, y
son los sistemas los que definen quién es el equipo y cómo debe operar.
Un buen equipo puede hacer cosas muy buenas en un negocio, el
problema es que tarde o temprano las personas dejarán de estar en la empresa.
Ser capaz de construir sistemas antes de contratar a las personas, te permite
gradualmente construir un negocio.
No se trata de que esperes a tener sistemas perfectos para
iniciar tu empresa.
Difícilmente los sistemas que generes al inicio serán los
ideales, deberás cambiarlos y ajustarlos constantemente hasta perfeccionarlos,
después los sistemas harán funcionar consistentemente tu empresa, aún a pesar
de la rotación normal del personal o de la promoción de los miembros del equipo
a otros puestos.
Enfocarte primero en los sistemas te permitirá construir un
excelente equipo, a partir de acciones consistentes; desde la selección,
contratación y entrenamiento de cada uno de ellos, hasta la forma como deben
realizarse las cosas para asegurarte que hacerlas bien sea más fácil que
hacerlas mal.
Si logras un excelente sistema que te traiga a las personas
correctas en los puestos adecuados, y que haga simple el entrenarlos y dar
seguimiento a su desempeño, tendrás un equipo formado por personas comunes,
fáciles de encontrar en el mercado laboral, y estas se convierten en personas
extraordinarias al desarrollarse en tu empresa.
La diferencia de enfocarse en las personas o en los sistemas
parece sutil, pero los resultados son radicalmente diferentes, una te invita a
culpar a los sistemas cuando algo sale mal y la otra a culpar a las personas.
Lo primero te llevará a la mejora continua de un sistema que permanece para
siempre, mientras la segunda te llevará en el mejor de los casos a correcciones
temporales que funcionarán únicamente mientras permanezcan las personas en esos
mismos puestos.
Los retos involucrados con el desarrollo de nuevos negocios
no son los mismos que los que están relacionados con dirigirlos u operarlos una
vez que se han consolidado e institucionalizado.
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