Incluso
en la era digital, ninguna app o red social ha logrado sustituir el contacto
físico. Tal es la importancia de tener una tarjeta bien hecha.
Algunos
dicen que las tarjetas de presentación están muertas. Afirman que los contactos
en LinkedIn y otras redes sociales han hecho de estos pedazos de papel algo
obsoleto. Las tarjetas de presentación, aseguran, son los últimos vestigios de
la era del papel y la impresión.
Pero
esas personas están equivocadas. Aquí mi argumento: trabajo para una compañía
de impresión que ha invertido miles de dólares en tarjetas. Sin embargo, me
alegra aceptar la gran utilidad de LinkedIn y otras apps como Evernote, Hello y
FullContact. Me encanta usarlas. Por eso, en lugar de asesinar a las tarjetas
de presentación, lo que propongo es transformar la manera en que las usamos.
Piensa
en la última vez que intercambiaste tarjetas de presentación con alguien. Lo
más probable es que no haya sido hace mucho tiempo, quizá en la última reunión
o conferencia a la que asististe. La verdad es que ya no compartimos las
tarjetas de presentación únicamente para compartir información de contacto
(para eso existen los smartphones y las redes sociales). En cambio, hoy las
tarjetas se han convertido en una extensión de nuestras marcas.
Las
tarjetas de presentación son una forma de distinguir tu marca de la
competencia. En reuniones cara a cara o en entrevistas, estas tarjetas son
generalmente la primera exposición de tu marca ante tus clientes o posibles
socios. Por eso, es vital que den la impresión correcta.
Las
tarjetas ofrecen representaciones visuales y táctiles de tu marca. El
intercambio físico y el engagement crean una conexión que no puede recrearse en
LinkedIn o en tu sitio web.
Por
si fuera poco, las tarjetas de presentación brindan numerosas oportunidades
para crecer tu marca... sólo necesitas utilizarlas correctamente. A lo largo de
mi carrera he visto numerosas tarjetas, tanto buenas como malas, y cuando se
trata de diseñar las tuyas, aquí comparto algunos elementos que debes tener en
mente para hacerlas inolvidables:
Conoce
a tu audiencia. ¿La mayoría de tus clientes está en el mundo corporativo? Si es
así, lo más recomendable es algo profesional como papel liso, colores clásicos
e impresión con relieve. Si tienes una startup pequeña e innovadora, y tus
clientes son personas más relajadas, apuesta por tarjetas más originales y
divertidas.
Recuerda
la constancia de marca. Tus tarjetas de presentación son otra forma más de
hacer branding. Así que evita crear una desconexión entre distintos elementos
de tu marca. Tu tarjeta debe estar en sintonía con tu sitio web, oficinas y
materiales de marketing. Es importante crear una experiencia homogénea, usando
colores y textos similares.
No
exageres. Las tarjetas de presentación de concreto (sí, existen) son
definitivamente iniciadores de conversaciones, pero no son nada prácticas,
obviamente. No necesitas extralimitarte para representar tu marca y hacerla
inolvidable. Cuando te pongas creativo con tus tarjetas de presentación,
asegúrate que tus ideas vayan de acuerdo contigo y tu imagen como empresa. Lo
que funciona para un negocio podría no funcionar para ti.
Por
ejemplo, las tarjetas de presentación hechas con papel biodegradable y dotadas
de semillas funcionan a la perfección para un negocio ecoamigable de
jardinería. Pero para la mayoría de los negocios, una tarjeta clásica (de 2 x
3.5 pulgadas) funciona bien. Diferencia tus tarjetas de otras formas, como por
medio del grueso del papel, del diseño y los acabados.
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