Las
estadísticas hablan por sí mismas: solo hay 23 CEO femeninas en el Top 500 de
compañías de Fortune y, en general, ganamos menos que nuestros colegas
masculinos.
Afortunadamente,
las mujeres se abren camino cada vez más (hay una candidata a la presidencia de
Estados Unidos). Sin embargo, las mujeres enfrentan desventajas claras.
Históricamente, el emprendimiento ha sido un mundo dominado por los hombres,
pero esto también está cambiando a pesar de los obstáculos que se enfrentan las
dueñas de un negocio.
Es
el momento de eliminar la barrera de género. Estos son algunos consejos que he
recolectado durante mi carrera en el sector tecnológico.
1.
Deja de disculparte
Elimina
“Perdona” y “Lo siento” de tu vocabulario. No necesitas excusarte cuando
alguien choca contigo en a calle, cuando eres apasionada, haces una pregunta,
crías a tus hijos o simplemente quieres decir “No”. Tu camino al éxito no es para caerles bien a
los demás. No disminuyas tu poder; celebra tus contribuciones y opiniones.
2.
Trae tu apetito
Ten
hambre de experiencias y aventura. La intuición femenina es algo real; síguela
y te volverás la dueña de tu vida. Seguí mi instinto y éste me llevó a Europa,
Medio Oriente y África. Regresé más o menos ilesa y llena de experiencias.
3.
Cree en ti misma
Fortifica
tu autoconfianza. Cuando tu poder surge de tu interior, la simple fe en ti
misma te impulsará a alcanzar tus sueños. Mis padres me lo enseñaron: no dejes
que nada se interponga en el camino de tus deseos. Y en los días difíciles,
mírate al espejo y date una “palmadita en la espalda”. No hay nada que una
mujer no pueda hacer.
4.
Usa la palabra prohibida
¿Cuándo
el feminismo se convirtió en una grosería? Si luchas por los derechos de las
mujeres, eres un feminista. Defiende lo que crees, por tus hermanas e hijas.
5.
No te acomodes a los demás
Pasé
cinco años en Medio Oriente como consultora de una compañía de IT y me pedían
que usara un hiyab. Amablemente me negué porque no era parte de mi ropa común.
Los ejecutivos aceptaron mi decisión y ultimadamente me respetaron más por
apegarme a mis valores. Todos van a pedirte cosas diferentes, por lo que es
importante que te conozcas a ti misma y seas fiel a tus convicciones.
6.
Ayuda a otras mujeres
“Hay
un lugar especial en el infierno para las mujeres que no apoyan a otras
mujeres”, decía la exsecretaria de Estado de EE.UU. Madeleine Albright.
Yo tuve
suerte de tener grandes papeles a seguir en mi primer trabajo profesional. Un
hombre y yo habíamos sido contratados para analizar datos y cuando mi jefa se
dio cuenta de que yo ganaba menos, luchó para darme un pago equitativo. Su
acto, aunque pequeño, fue un gran paso para todas las mujeres. Presta tu mano
para ayudar a las demás.
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