ActionCOACH Monterrey
Cuando el desempeño de un negocio necesita mejorarse, puede ser sabio
iniciar un proceso de mejora explorando primero la fuente del liderazgo en ese
negocio. De mi experiencia de coaching, en muchas ocasiones he encontrado que
cuando un negocio no está cumpliendo sus metas, el liderazgo es débil y por
ende el equipo también.
Hay 8 comportamientos básicos y esenciales que todo gran líder debe
mostrar: CONOCER A SU GENTE Y CONOCERSE A SÍ MISMO. El líder fuerte está en contacto con su personal día tras día, ya sea
mediante recorridos rutinarios por las áreas de trabajo y haciendo contacto con
el personal, o mediante reuniones informales no programadas, o convivencias
fuera del trabajo. Hago la diferencia con las reuniones formales y periódicas,
que también son importantes, porque en ellas hay una agenda de temas
específicos a tocar y un límite de tiempo para cada participante, dejando fuera
todo comentario personal.
El gran líder conoce el estilo de comportamiento y comunicación propio y
de sus subordinados (al menos de quienes le reportan directamente) y se adapta
a cada uno de ellos en su interacción personal. En cierta forma el líder debe
ser un ‘experto' en el comportamiento humano, pues su principal función en el
equipo que dirige es lograr los resultados esperados a través de la gente que
lo conforma.
CONOCER SU NEGOCIO Y A LA COMPETENCIA
¿Qué es lo que hace que la empresa funcione? ¿Cómo se generan las ventas
y utilidades de este negocio? ¿Cómo se mantiene a los clientes comprando una y
otra vez? ¿Qué nos hace diferentes de nuestra competencia? ¿Qué valoran
nuestros clientes? ¿Qué hace la competencia bien y mal?.
Conocer los números de la empresa, o al menos de su departamento, es
vital para el líder fuerte. Mediante información objetiva, confiable y a tiempo
real, las decisiones del líder son más asertivas, más congruentes con su visión
del futuro de la empresa. Desconocer o ignorar la información y los números e indicadores
de desempeño de la empresa y de la competencia, es como manejar un auto con los
ojos cerrados. Ya sabemos el desenlace.
FIJAR METAS CLARAS Y ESTABLECER PRIORIDADES
Liderazgo es sobre plasmar la imagen del futuro en una visión. Una cosa
en común que tienen todos los grandes líderes del mundo es la habilidad para
crear esa visión y para compartirla con su gente. El liderazgo es una
herramienta creativa y poderosa, y cuando la usa un director de empresa tiene
un impacto inmenso en el éxito de ese negocio.
El gran líder fija metas claras y congruentes con su visión, aplicando
la prueba SMART: Específicas, Medibles, Alcanzables, orientadas a Resultados y
en un Tiempo límite. Define un responsable para cada actividad del plan, y las
prioridades y criterios que permiten a su personal tomar decisiones con mayor
eficacia y eficiencia.
Cuando un líder me dice que espera que su personal actúe con ‘sentido
común', lo que interpreto es que en realidad espera que su personal actúe ‘como
Dios le dé a entender'. Es una manera elegante de abdicar a su responsabilidad
de comunicarse adecuadamente y/o de fijar claramente el rumbo y los objetivos a
seguir.
DAR SEGUIMIENTO
Uno de los mayores retos de los líderes es la ‘aburrida rutina' de dar
seguimiento a las órdenes, actividades y planes que se establecieron
previamente. Por naturaleza, a muchos líderes les encanta emprender, innovar,
mejorar, cambiar, probar; pero no les encanta la rutina, hacer siempre lo mismo
y de la misma manera.
Un gran líder conoce esto y aprende a dar seguimiento a varias cosas al
mismo tiempo, reconociendo que esa labor rutinaria es la clave para que las
cosas se pongan en práctica, se lleven a cabo en tiempo y forma adecuados. La
forma más simple de hacerlo es mediante juntas formales de seguimiento con su
personal, que se llevan a cabo con o sin él. Si el plan de acción no ‘merece'
un seguimiento formal por parte del líder, muy pronto pierde su prioridad e
importancia en la mente de la gente y se olvida y se abandona sin terminar.
RECONOCER Y RECOMPENSAR POR RESULTADOS
Para tener gente que produzca los resultados deseados, el líder se
asegura de reconocerles y recompensarles adecuadamente, pues sabe que de no
hacerlo así, la desmotivación y frustración les hará menos productivos. ¿Cómo
reconocer y recompensar adecuadamente?, se preguntarán. Es relativamente
simple: reconociendo a las personas de inmediato cuando están haciendo algo
bien, y recompensándoles cuando obtengan los resultados deseados.
Dar el crédito de un logro o idea a quien lo generó, sea un subordinado,
colega, jefe o externo, es un signo de un líder fuerte. El reconocimiento
inmediato por actitudes y acciones positivas que llevan hacia la meta, provoca
que éstas se repitan y que todos los demás que observaron el reconocimiento las
hagan también. La recompensa al personal por logros alcanzados actuará como un
motivador para que den el 100%, y mantendrá enfocada a la gente en las metas
del negocio.
DESARROLLAR LAS CAPACIDADES DE SU GENTE
La preocupación mayor del gran líder es su equipo de gente. En cada
interacción con su equipo aprovecha para enseñar algo nuevo, para transmitir
sus conocimientos y criterios, para aprender de los errores. El líder que se
preocupa más por el dinero que por la gente, es como el médico que se preocupa más
de aliviar los síntomas de la enfermedad que atacar la causa que los provoca.
En efecto, el dinero es el síntoma, el resultado. La gente es quien hace que
llegue más o menos dinero.
El líder fuerte se ocupa de seleccionar a las personas correctas para cada
puesto en su equipo, de proveerles la visión, la dirección, las herramientas,
los sistemas de trabajo, las reglas del juego, los recursos necesarios, el
entrenamiento y capacitación en los sistemas de trabajo, su plan de desarrollo
en el puesto y en la empresa, en fin, todo lo que la gente necesita para hacer
bien su trabajo y que el negocio funcione suavemente, como una máquina bien
lubricada, con crecimiento sostenido y utilidades atractivas.
PREDICAR CON EL EJEMPLO
El gran líder hace lo que dice que hará y espera que los demás hagan
igual. El equipo sabe a qué le pone atención el líder y qué deja pasar o da por
hecho. Los actos del líder dicen más que las palabras, y la gente copiará lo
que el líder hace, no lo que dice. La integridad es un comportamiento común de
un líder fuerte, como también lo es ese gran sentido de pertenencia que le hace
actuar como el responsable de toda la organización, de todo el equipo.
Rara vez verás a un gran líder echarle la culpa a otra persona, o dando
excusas por incumplir un compromiso. Cuando surge un problema, lo aborda de
inmediato para resolverlo de raíz. No actúa como si no pasara nada, esperando
que el tiempo lo resuelva. Él hace que las cosas sucedan, no espera a que le
sucedan las cosas. Como el líder, cambia tu comportamiento y cambiarás tus
resultados.
ENTRENARSE CONTINUAMENTE
Encuentro cada vez más líderes que me buscan para obtener la ayuda
necesaria para reenfocarse, para clarificar su visión, para mejorar algunos
hábitos y comportamientos de su liderazgo que les lleven al éxito más rápido.
Se requiere cierto nivel de humildad en el líder para que acepte que todavía
puede y debe aprender más, y valentía para llevarlo a cabo.
No conozco a ningún deportista que haya ganado una medalla de oro en las
olimpiadas, o el título del #1 del mundo, sin un coach que lo entrene. Hoy por
hoy, los grandes líderes en las empresas cuentan no sólo con un coach sino con
varios para diversas áreas de su vida y negocio. Cuando escogen a un coach para
llegar a ser el #1, tienen cuidado de que sea también el #1.
Espero haber cumplido el objetivo que te mencioné al inicio de este
artículo, y que hayas identificado en ti mismo fortalezas y áreas de
oportunidad en estos ocho comportamientos esenciales de un gran líder. Recuerda
una cosa: Este cambio comienza contigo, comienza hoy.
De Gandhi: "Sé el cambio que quieres ver en el mundo".
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