Por
Equipo ActionCOACH
Los
líderes no son perfectos, ni son infalibles ni lo saben todo, por ello es
posible que un líder sea absorbido por el miedo, pero este miedo se puede
combatir. Por ejemplo, cuando vemos a un líder comunicarse a la audiencia sin
paralizarse ante la multitud, es gracias a un proceso en el cual ha combatido
sus propios miedos, porque todo obstáculo mental es superable.
Primero
hay que tener claro que el miedo no es algo de lo que se pueda escapar, es
normal sentir miedo en determinadas situaciones independientemente de la edad,
además, es necesario porque es un sentimiento que ayuda a preservarse uno mismo
y a cuidar de que no se corra ningún peligro.
Pero
no siempre el miedo está relacionado con el sentido de supervivencia, existe el
miedo que detiene a la persona,
bloqueando los pensamientos, haciendo que las manos comiencen a sudar y el
cuerpo tiemble. Y el público puede notarlo, incluso aunque sea un líder del
cual quieren escuchar, aprender y seguir.
En
ActionCOACH, definimos el miedo como:
“Falsas Expectativas Aparentemente Reales”. Quiere decir, que gran parte de tus
miedos están en tu cabeza, son cosas que le has dado una dimensión que
posiblemente no son ciertas.Fear1
El
primer paso para superar este miedo, es reconocer esta situación y estar
dispuesto a tomar ese riesgo. Imaginarte en el
peor escenario y saber que lo librarás, pueda que te de fuerza para
enfrentarlo.
Recuerdo
cuando tuve la oportunidad de trabajar el miedo de un líder quien tenía que dar
una conferencia ante 100 personas. Se imaginaba que alguien iba a alzar su mano
y decirle algún comentario negativo o que cuando abriera la sesión para
preguntas y respuestas no iba a poder responder a todas.
Trabajamos
con un poco de coaching, haciendo las preguntas de cada situación y llegó a
buenas resoluciones que le dio fuerza para enfrentar su miedo de hablar en
público.
En
el primer caso, de los comentarios negativos, ideó su plan de agradecer el
comentario, hacer que la persona se pusiera de pie y pedir a la audiencia si
alguien tenía un comentario contrario que le quisiera compartir a la persona. Y
en el segundo caso que no tuviera las respuestas, también agradecer por su
pregunta a la persona, pedir a la audiencia si tenía algún comentario y sino
pedirle a la persona que preguntó que al final se quedara con él para tener una
conversación de uno a uno y así ganaría tiempo para su respuesta.
Cuando
pasó tu plática y le telefoneé cómo le había ido con sus miedos, me comentó que
no había tenido la necesidad de afrontarlos, ya que nadie había hecho ningún
comentario negativo y todas las respuestas fueron contestadas correctamente.
Interesante no creen?
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