miércoles, 25 de septiembre de 2013

¿Miedo o falsas expectativas?


Por Equipo ActionCOACH

Los líderes no son perfectos, ni son infalibles ni lo saben todo, por ello es posible que un líder sea absorbido por el miedo, pero este miedo se puede combatir. Por ejemplo, cuando vemos a un líder comunicarse a la audiencia sin paralizarse ante la multitud, es gracias a un proceso en el cual ha combatido sus propios miedos, porque todo obstáculo mental es superable.

Primero hay que tener claro que el miedo no es algo de lo que se pueda escapar, es normal sentir miedo en determinadas situaciones independientemente de la edad, además, es necesario porque es un sentimiento que ayuda a preservarse uno mismo y a cuidar de que no se corra ningún peligro.

Pero no siempre el miedo está relacionado con el sentido de supervivencia, existe el miedo que  detiene a la persona, bloqueando los pensamientos, haciendo que las manos comiencen a sudar y el cuerpo tiemble. Y el público puede notarlo, incluso aunque sea un líder del cual quieren escuchar, aprender y seguir.

En ActionCOACH, definimos el  miedo como: “Falsas Expectativas Aparentemente Reales”. Quiere decir, que gran parte de tus miedos están en tu cabeza, son cosas que le has dado una dimensión que posiblemente no son ciertas.Fear1

El primer paso para superar este miedo, es reconocer esta situación y estar dispuesto a tomar ese riesgo. Imaginarte en el  peor escenario y saber que lo librarás, pueda que te de fuerza para enfrentarlo.

Recuerdo cuando tuve la oportunidad de trabajar el miedo de un líder quien tenía que dar una conferencia ante 100 personas. Se imaginaba que alguien iba a alzar su mano y decirle algún comentario negativo o que cuando abriera la sesión para preguntas y respuestas no iba a poder responder a todas.

Trabajamos con un poco de coaching, haciendo las preguntas de cada situación y llegó a buenas resoluciones que le dio fuerza para enfrentar su miedo de hablar en público.

En el primer caso, de los comentarios negativos, ideó su plan de agradecer el comentario, hacer que la persona se pusiera de pie y pedir a la audiencia si alguien tenía un comentario contrario que le quisiera compartir a la persona. Y en el segundo caso que no tuviera las respuestas, también agradecer por su pregunta a la persona, pedir a la audiencia si tenía algún comentario y sino pedirle a la persona que preguntó que al final se quedara con él para tener una conversación de uno a uno y así ganaría tiempo para su respuesta.

Cuando pasó tu plática y le telefoneé cómo le había ido con sus miedos, me comentó que no había tenido la necesidad de afrontarlos, ya que nadie había hecho ningún comentario negativo y todas las respuestas fueron contestadas correctamente. Interesante no creen?

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