Por ActionCOACH Eduardo Mendonca
Cuando abres un negocio tienes la idea o deseo de que
pueda establecerse y crecer para proporcionarte un estilo de vida confortable.
Pero en un determinado momento, parece que el negocio
llega a un límite y no puedes llevarlo a un nivel de ventas más grande. Y peor
aún, a veces el negocio comienza a retroceder, trayendo frustración y desánimo.
Algunas razones que no estás revisando, pueden ser las
que aseguren tu crecimiento. ¡Y estas razones están en ti!
Responde a las cuatro preguntas de abajo y averigua si
puedes estar pisando el freno de tu crecimiento
1) ¿Cuánto he aprendido acerca de nuevas formas de vender
mis productos y servicios?
Aquí va una verdad incuestionable. Si haces las mismas
cosas para vender tus productos y servicios, en el mejor de los casos siempre
tendrás los mismos resultados. Necesitas crecer para que tu negocio crezca.
Buscar nuevos conocimientos y habilidades en marketing y ventas es una clave
fundamental para desbloquear su desempeño. Leer libros, asistir a conferencias
(en persona y en línea), asistir a un entrenamiento, entre otros, son
iniciativas que abran su mente a nuevas ideas y prácticas exitosas.
2) ¿Qué estoy dejando para después?
La procastinación es prima del fracaso. Tienes muchas
cosas que te distraen hoy y te quitan el foco de lo que es importante. Enfrentar
el largo camino del desarrollo es fácilmente saboteado por los placeres
inmediatos de los medios sociales, de correos electrónicos inútiles y
conversaciones. Además, a menudo te escondes detrás de las actividades
urgentes, pero que son poco importantes para el crecimiento, con la sensación
de estar ocupado, pero produciendo muy poco de lo que realmente hará una
diferencia. Aprende a definir claramente tus prioridades y a aferrarte a ellas.
¡No pierdas el enfoque!
3) ¿De qué
necesito deshacerme?
Tus creencias pueden ser anclas para tu crecimiento.
Tienes creencias acerca de los clientes, las ventas y el dinero adquiridas a lo
largo de tu vida, por tus padres, tu escuela, tu iglesia y tu familia que le
dan forma a tus acciones. Son firmes y fuertes como las raíces de un árbol, y
son repetidas por tu voz interior. ¿Evitaste llamarle a un cliente potencial,
creyendo que podrías "molestar"? ¿Nunca dejaste de cobrar a un
cliente el valor real de tu producto o servicio por pensar que "era
demasiado dinero"? Tu voz interior y sus "verdades" deben ser
enfrentadas para que te liberes y crezcas.
4) ¿Con quién
convivo?
Dime con quién
andas y te diré quién eres. Conoces ese dicho, pero nunca pensaste en ello como
parte de tu negocio. Si convives solamente con personas que están en una
posición igual o peor que la tuya, estás en el lugar equivocado. Tienes que
buscar el contacto con gente que te ponga en una posición incómoda y que te
obliga a actuar de manera diferente. Únete a grupos de empresarios exitosos.
Observa, pregunta, aprende y ¡sobre todo actúa!
¿Cuál de estas
preguntas te provocó más? ¿Cuáles trabajarás de inmediato?
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