Por ActionCOACH Marcelino San Miguel
Esta pregunta es probablemente la más socorrida de las
que un coach de negocios pueda encontrarse.
Sin embargo, es probablemente ¡la más elusiva a la misma vez!
Veamos: Somos seres compuestos de esencialmente 4
elementos constituyentes. Estos son en esencia, la parte emocional, la
espiritual, intelectual y la física.
Digamos que son las cuatro patas que sostienen una
´tabla rasa´, que es nuestro ¨SER¨.
Para crecer, y crecer es algo que inevitablemente
tenemos que concebir si estamos vivos, es necesario que desarrollemos las 4
“patas” proporcionalmente.
Si no fuere así, es cosa de poco tiempo en que el
menor movimiento, peso o presión, hará que la mesa se caiga, o por lo menos que
pierda la estabilidad, y por lo tanto, el aprecio o atractivo de quien(es)
requieran lo contrario
Así las cosas, necesitaremos asistirnos, o “apalancar”
los respectivos aspectos del susodicho crecimiento. Entonces comienza a contar
el “tiempo” pues lo que parecía en principio alcanzable, tiene más vertientes
de las que parecía a simple vista.
Esta condición, es la que exige que si deseamos lograr
cualquier cosa, es necesario engranar todos los elementos constitutivos de ese
crecimiento ¡de forma balanceada!
Pero, para atender todos los elementos que mencionamos
anteriormente, es necesaria una experticia en múltiples y disímiles ramas del
conocimiento. Y…todavía nos falta el elemento del “hacer” que requiere una
quinta “pata” en el transcurso de los resultados a obtener.
¿Y cómo manejar todos esos elementos sin que se nos pierda
o confunda alguno con el objetivo? Se me ocurre que nuevamente tenemos que
recurrir a la simpleza. Esta vez, traduciendo todo lo que tiene que ver con el
“Ser” en el elemento principal de cualquier resultado masivo que busquemos, sin
olvidar el “quehacer” que resulta ser el otro elemento que nos dará lo que
buscamos.
Así, podemos traducir el elemento “Ser” por “actitud”,
sin la cual, no merece la pena siquiera buscar el limitado tiempo para
convertir al deseoso, pues no es posible cambiarle, si no es su voluntad.
Mientras que si hablamos del “quehacer” como
“aptitud”, esta es adquirible vía la instrucción, auto-ayuda, lectura, u otros
medios de adquisición del conocimiento, con tal de que exista la “actitud
“correcta. ¡Así, y solamente así podremos conseguir con el cliente aquellos
resultados que se anhelan!
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