Si cometes un error en tu empresa o no cumples
con las expectativas de tus clientes actúa y conviértelo en una oportunidad.
Si eres un emprendedor, tarde o temprano fracasarás.
No quiero decir que tu negocio cerrará y terminarás en bancarrota. Lo que
quiero decir es que alguna vez, en algún grado, fracasarás. Olvidarás cumplir
una promesa a un empleado, socio o cliente. Llegarás tarde a una reunión.
Tomarás una decisión incorrecta. Cometerás un error.
Pero eso no es lo que importa, sino la manera en cómo
reaccionas. Ésta dirá mucho sobre quién eres como persona y será un factor
crucial para determinar qué tan exitoso eres en los negocios, mucho más allá
del aspecto financiero.
El problema es que muchos de nosotros cometemos
errores e intentamos arreglarlos con otros errores, y no porque tengamos malas
intenciones, sino simplemente porque no sabemos qué hacer. Por eso comparto
cuatro pasos que te ayudarán a incrementar las probabilidades de ganar cuando
fracasas o te equivocas:
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Acepta tu responsabilidad por el fracaso o error. No
esquives tu responsabilidad. Recientemente, una subsidiaria de mi empresa de
marketing digital que se dirige a Pymes registró a un nuevo cliente por un
paquete mensual de sitio Web y marketing por $200 dólares. Establecimos el
sitio, pero olvidamos el servicio de mercadotecnia. La semana pasada el cliente
nos contactó y dijo, “Estoy feliz con el sitio, pero creía que obtendría
servicios de marketing digital también y no he recibido nada. ¿Qué está
sucediendo?”.
Pude haber esquivado la responsabilidad y decirle al
cliente que estábamos esperando algo de él, o podría haber culpado al empleado.
Pero simplemente le dije “No hay ninguna excusa, nos equivocamos”. El problema
con eludir responsabilidades, además de ser algo poco ético y deshonesto, es
que le estás diciendo al cliente “No tengo el poder de entregarte el servicio
que esperas”. ¿Ése es el mensaje que quieres enviar a tus clientes?
Compensa exageradamente a tu cliente. En 2006 escuché
a Scott Simón contar una historia acerca de cómo su padre, quien se quejó de
que su marca favorita de crema para rasurar no estaba entregando las 90
rasuradas que prometía en la botella, recibió una caja llena de botellas de
crema. “Creo que mi papá podría haber sido enterrado con las últimas botellas”,
dice Simón. Si compensas exageradamente a los clientes a su beneficio, las
acciones de tu empresa un día podrían convertirse en leyenda.
Explica por qué el fracaso no se repetirá. Tus
clientes están buscando una excusa para mantenerse fieles a tu marca. Han hecho
una inversión en ti. Y cambiar de una empresa a otra toma tiempo, es costoso y
potencialmente riesgoso, ya que no existe garantía de que las cosas mejoren con
otro proveedor. El consumidor quiere seguir trabajando contigo y comprándote,
pero necesita estar seguro de que el problema no ocurrirá de nuevo. No es
suficiente simplemente asegurar que el problema no ocurrirá de nuevo, necesitas
asegurarte de que el cliente lo sepa y entienda.
Nunca lo vuelvas a hacer. Me decepcionaste una vez,
muy mal por ti; me decepcionaste dos veces, mal por mí. Todo el mundo fracasa
una vez. La mayoría de los clientes son personas razonables que lo entienden.
Pero cuando un proveedor falla dos o más veces de la misma manera, el cliente
empieza a darse cuenta de que esto no es algo de una sola vez, sino un patrón
inconveniente. En algún punto, el costo, tiempo y riesgo que implica encontrar
un nuevo proveedor se ve eclipsado. Y cuando te das cuenta, el cliente ya se fue
con la competencia.
Después de 14 años de dirigir una firma de servicios
he llegado a entender que la mayoría de los clientes tienen expectativas
simples. Quieren recibir por lo que pagaron, en el tiempo que les prometiste.
En el caso que comenté de mi cliente, seguimos estos
pasos y al cliente le encantó la manera en que lo tratamos, por lo que después
de eso quiso hacer más negocio con nosotros. Sí, fracasamos, pero al seguir los
pasos correctos para arreglar el fracaso, al final ganamos.
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