Para que en tu empresa se
desarrollen nuevas ideas y procesos, debes empezar por la forma en que todos
(incluyéndote) piensan.
“Nuestra industria no respeta la tradición,
sólo respeta la innovación”, dijo Satya Nadella, CEO de Microsoft.
Probablemente no haya mejor frase para definir el secreto de las empresas
tecnológicas exitosas... y tampoco para el de compañías de otros giros e
industrias.
La innovación es aquella
fuerza que permite adaptarse al cambio (o más bien, adelantarse a él) y generar
productos y servicios que conquisten a los mercados. Cualquier compañía que
quiera sobrevivir en el tiempo debe tener una mentalidad innovadora. “Siempre
es más recomendable mejorar que quedarse quieto”, afirmó Jonathan Olver, cabeza
global de innovación en Microsoft, durante su ponencia en IAB Conecta 2015, el
congreso que reunió a importantes figuras del mundo digital en la Ciudad de
México.
Para Olver, la verdadera
innovación siempre parece, en un inicio, un error. Es tan diferente y fuera de
lo común que luce incorrecta y probablemente fracase... un riesgo que muy pocas
marcas están dispuestas a aceptar. Sin embargo, esto es un gran error: sin
importar cuál sea el tamaño de una compañía, la falta de innovación puede
llevarla a la quiebra y casos que lo demuestran, sobran.
Para que una empresa innove
es necesario que cuente con una cultura innovadora. Y estos son algunos de los
consejos de Olver que puedes aplicar en tu negocio para lograrlo:
1. Procura que haya tensión
Es muy difícil innovar en un
ambiente donde todos dicen que “sí” a todo (o peor aún, “no” a cualquier
propuesta). La tensión -manejada adecuadamente- puede ser un gran aliciente de
la innovación, pues permite confrontar ideas y formas de pensar. Por eso es importante
que contrates gente con mentalidades distintas, pues esto te ayudará a impulsar
la creatividad y obtener perspectivas de diferentes ángulos.
2. Agiliza tus procesos
La principal razón por las
que las startups son los grandes semilleros de innovación es debido a la
simplicidad y agilidad de sus procesos. Sus estructuras –a diferencia de las de
un gran corporativo– son simples, menos jerárquicas y antiburocráticas. Además,
en estas empresas el fracaso está permitido, pues cuesta menos y es más fácil
recuperarse para volverlo a intentar.
Para que haya innovación en
tu empresa debes facilitar los procesos: evita que cualquier idea tenga que
pasar por mil filtros para hacerse realidad o que cada novedad tenga que sufrir
varias pruebas antes de lanzarse al mercado. En pocas palabras, tienes que
dejar la perfección y mantenerte en estado “beta”.
3. Haz que se esparza en
toda la empresa
La innovación debe permear
todas las áreas de tu negocio, desde marketing hasta administración. Esta
mentalidad debe estar en todos y cada uno de tus empleados. Recuerda que
siempre es posible mejorar procesos y resultados, ya sea en tus campañas de
publicidad o en la forma de comunicarse. La mentalidad innovadora no debe
reservarse a unos cuantos, sino ser un bien (y una obligación) común entre
todos los miembros de una organización.
4. Alinea la estrategia de
innovación con la de negocios
Innovar por innovar no tiene
sentido. Para que realmente valga la pena el costo (en tiempo y dinero) de la
innovación, ésta debe ir alineada a los objetivos de negocio. Así que antes de
trabajar en proyectos o pedir ideas, enfócate en lo que quieres lograr con
ellos y cómo estos repercutirán en la misión y visión que definiste para tu
empresa.
5. Atrévete
La innovación siempre
requerirá audacia y la aceptación de riesgos. Si quieres innovar, entonces
debes olvidarte de “irte a la segura” o de poder controlar cada paso. Como dice
Olver: “la verdadera innovación parece un error”, por lo que debes estar
dispuesto a fracasar antes de encontrar una idea o estrategia realmente
ganadora. El experto recomienda hacer un marco de innovación mínimo viable; es
decir, empezar con algo que no requiera gran inversión, pero que pueda ser
punta de lanza para trabajar con este esquema.
6. Promueve la apertura
En una empresa innovadora no
existen las grandes oficinas separadas por imponentes vidrios, ni las áreas que
dividen a empleados según su puesto. Las empresas más exitosas están
conscientes que las grandes ideas pueden venir de cualquier persona y se pueden
generar en cualquier conversación. Así es que elimina las barreras y promueve
la participación activa entre todos los miembros de tu equipo.
7. Utiliza las herramientas
adecuadas
Para facilitar la
comunicación y el trabajo colaborativo es esencial que uses herramientas
tecnológicas que faciliten esta labor. Algunas de ellas son Google Drive, Evernote Business y
Facebook at Work. Con estas aplicaciones podrás conocer las
aportaciones de cada uno, agregar comentarios y unir esfuerzos.
8. Tómalo en serio
Algunas de las empresas más
valiosas del mundo cuentan con un área (bien formada y definida) dedicada
exclusivamente a la innovación. Por ejemplo, Alphabet (antes Google) tiene
Google Labs, que desarrolla nuevos productos y soluciones. No veas a la
innovación como un complemento de algun área –como marketing y publicidad–,
sino como una parte intrínseca de la organización.
9. No sólo busques vender
más
Si tu objetivo para innovar
es únicamente aumentar tus ventas, lo más probable es que no lo consigas. La
innovación debe servir para mejorar procesos, aumentar la lealtad de los
empleados y mejorar la experiencia de tus clientes. Recuerda que no todo son
números, y que hay acciones que repercuten más allá de los pesos.
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