Un espacio de trabajo productivo y saludable
permite que la información fluya libremente entre empleados y directivos.
La
sabiduría convencional afirma que el conocimiento es poder, y en los inicios de
mi carrera siempre asocié este mantra con aquellos líderes que validan su
posición al esconder el conocimiento de sus competidores –y, con frecuencia, de
sus compañeros de trabajo– como un juego de poder.
Recientemente,
este proverbio ha cobrado un significado nuevo para mí. Me he percatado de que
este concepto, “el conocimiento es poder”, puede ser interpretado y aplicado de
una forma positiva en el trabajo.
Un
espacio de trabajo productivo y feliz permite que la información fluya
libremente para empoderar a los empleados. Es un espacio transparente, donde el
conocimiento y las ideas viajan en todas direcciones y donde todas las personas
tienen la información que necesitan para invertir en el crecimiento de la
compañía, realizando sus funciones de la mejor manera posible.
¿Por
qué es importante la transparencia para la cultura de una compañía? Porque
ayuda a construir lazos más fuertes entre los empleados, sus jefes y la
compañía en sí misma. Pero instaurar una auténtica cultura de transparencia en
una empresa de rápido crecimiento es un verdadero reto. Estos son mis cuatro
consejos para los propietarios de negocios que están comprometidos con
instaurar y promover la transparencia en sus organizaciones:
1.
Promueve el diálogo con tu equipo
Alienta
a tus empleados de todos los niveles a hacer preguntas, a expresar todo lo que
pase por sus cabezas. Asimismo, sé honesto con ellos y mantente abierto a tocar
temas polémicos. Siempre comunícales cuál es el objetivo de la empresa, las
metas concretas y las estrategias que se tomarán para alcanzarlas.
Para
ayudar a que todos se sientan cómodos expresando sus pensamientos o dudas,
ofrece espacios que inciten al diálogo: por ejemplo, una reunión mensual de
preguntas y respuestas en la cual los empleados puedan realizar interrogantes
de manera anónima, o espacios semanales para generar un diálogo más íntimo.
2.
La apertura no es suficiente
Ser
transparente a veces requiere permitir el libro acceso a un mar de información,
de modo que cualquiera pueda consultarlo. Pero esto podría no ser suficiente.
El volumen de información y los tecnicismos de la industria pueden ser
intimidantes para algunas personas. Por eso es importante proveer un contexto,
añadir comentarios y proporcionar claridad sobre lo que esta información
realmente significa para diferentes personas.
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Pregúntales
a los empleados qué es lo que quieren saber, y establece un proceso para
entregarles esa información de una forma eficiente y digerible. Por ejemplo,
nosotros tenemos una serie de pizarrones en la oficina destinados a preguntas,
así como una reunión semanal en la cual cada equipo comparte algún reto que
esté resolviendo. Cuando se evalúa algo, como la cultura laboral o el desempeño
del departamento, siempre compartimos los resultados con los equipos.
3.
Enseña a tu equipo a dar y recibir retroalimentación honesta
Por
supuesto, lo primordial en este punto es que los líderes de los equipos y los
directivos de la empresa pongan el ejemplo, es decir, que esté abiertos a
recibir sugerencias y opiniones y dispuestos también a responder dudas e
inquietudes. Sin embargo, también es importante que fomentes la interacción
entre los miembros de tu equipo. Para esto, puedes crear un grupo de
conversación en el cual compartan sus dudas, comentarios, sugerencias, etc.
4.
Comparte las malas noticias de manera proactiva
A
los empleados no les gusta que los mantengan en la oscuridad, en especial si
sienten que algo importante o inquietante está sucediendo tras puertas
cerradas. Les gusta estar informados sobre asuntos importantes, “metidas de
pata” y cambios organizacionales, aunque no se trate de una gran noticia.
Entender el contexto de una determinada situación les ayudará a tener más
empatía con las decisiones difíciles que tomes como líder de una empresa.
Si
retienes información, las personas simplemente llenarán los huecos con sus
teorías… y con frecuencia asumirán lo peor. Así, se dará una especie de
teléfono descompuesto. Los rumores propagan ansiedad y tensión en todos los niveles
de una compañía. Si únicamente compartes buenas noticias, tus trabajadores
pensarán de inmediato que vives en un mundo rosa o que quieres engañarlos a
propósito. Compartir malas noticias es construir un vínculo de confianza.
¿El
gran reto? Ser directo, honesto y transmitir seguridad sin provocar alarma,
inquietud o distracción de los objetivos del equipo.
Engendrar
un espacio de trabajo transparente debería ser un punto clave para cualquier
negocio, en especial para aquellos que escalan rápidamente. La transparencia no
sólo permite que los miembros de un equipo tomen mejores decisiones: también
ayuda a generar la confianza de que los directivos están tomando las mejores
decisiones. No hay una fórmula mágica, pero comprometerse con la transparencia auténtica
y tomar pasos pequeños es un gran comienzo.
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