Empoderar
a tus colaboradores y seguir siendo un excelente líder no tiene por qué estar
en contradicción.
Al
inicio de su carrera, muchos líderes creen que para alcanzar una meta tienen
que controlar cada parte del proceso para no dejar margen a la equivocación.
Algunos
de ellos, sin embargo, aprenden con el tiempo que quienes se niegan a permitir
que sus colaboradores hagan uso de su propia habilidad y disciplina para
cumplir con una tarea están negándose a miles de posibilidades de crecimiento
personal y profesional.
Estos
son algunos consejos para impulsar el desarrollo de tus colaboradores,
incrementar su nivel de productividad y su desarrollo personal.
1.
Habla con tu equipo
Platicar
con tus colaboradores y estar abierto a escuchar es, sin duda, el primer paso
para implementar acciones que les permitan sentirse cómodos en su lugar de
trabajo y también ser más productivos.
Cuando
la empresa en la que laboras es demasiado grande entra el importante papel de
la tecnología; abrir chat de grupo o documentos colaborativos puede ser una
excelente herramienta para conseguirlo, y ¡además en tiempo real!
Crea
procesos que permitan aumentar la autonomía entre los compañeros del mismo
lugar de trabajo; esto es sumamente importante, ya que los colaboradores se
sentirán mucho más comprometidos y confiados. Recuerda que ellos son tus
primeros embajadores de marca, por lo que un bajo índice de satisfacción puede
traducirse en un nivel similar entre los consumidores.
2.
Entrénalo para tomar decisiones
Tus
colaboradores deben ser capaces de cuantificar lo que están ofreciendo al
cliente y entender qué niveles de la empresa se verían afectados por sus
decisiones para que puedan tomarlas de forma mucho más sabia. Esto sólo se
puede lograr con absoluta transparencia sobre la situación actual de la
organización.
Las
personas comprometidas buscan hacer un excelente trabajo y quieren ser capaces
de corregir problemas sin tener que atravesar por un largo proceso burocrático.
Al dar poder y autonomía a tu equipo, la satisfacción de tus clientes se
multiplica y la percepción se transforma positivamente.
3.
Confía en él
Suena
lógico, pero la realidad es que muy pocos jefes realmente lo hacen. Una vez que
has capacitado a tu equipo adecuadamente necesitarás confiar en que tomará las
mejores decisiones para el bienestar de la organización y los clientes.
Confiar
en tu equipo significa también confiar en tus prácticas de contratación y tus
programas de capacitación. Después de todo, fuiste tú quien contrató a estos
expertos para realizar determinadas tareas y les enseñó las particularidades
necesarias para adaptarse a la compañía… ¿o no?
4.
Olvida el control, prefiere las tutorías
Construir
una cultura organizacional sólida no es rápido ni sencillo. Cambiar la
estructura de control de una organización es una estrategia a largo plazo que
necesita de una visión acorde. Muchos se preguntarán: en un esquema de
colaboradores empoderados, ¿cuál es el papel del líder?
Más
que un jefe, el líder en este esquema se convierte en un importante orientador
que ofrece apoyo e incluso tutoría a sus colaboradores y se centra en su
comportamiento más que en sus resultados. Los gerentes siempre están midiendo
entregables tangibles de una persona, pero los mentores suelen enfocarse en el
cómo y el porqué de cada decisión.
Cuando
las personas se sienten capaces, el placer por el trabajo crece
exponencialmente, y así como el sentimiento de control de sus carreras. Observa
lo que sucede cuando renuncias a parte de tu poder, ¡seguramente te
sorprenderás de manera positiva con los resultados!
No hay comentarios:
Publicar un comentario