Por: Cindy Roa Hernández | Directora
general de W Marketing en Colombia.
¿Qué pasaría si aplicamos este
instinto para emprender una idea de negocio?
Cuando una mujer decide
emprender una idea de negocio, se programa mental y psicológicamente para
asumir retos que nos sacan de la zona de confort en la cual vivimos.
A veces sin saberlo, estamos
estancadas sin reaccionar; sin embargo, este confort se vuelve dañino porque no
hay nada más incómodo que estar cómodo sin arriesgarse, sin hacer cosas nuevas
que generen crecimiento, y sobre todo, que te generen una realización como
mujer.
Por naturaleza somos
instintivas, ya sea para cuidar nuestra familia, esposo, hijos o a nosotras
mismas. Pero, ¿qué pasaría si aplicamos ese instinto para crear empresa y
emprender una idea de negocio?, les diré: ¡ganaríamos más confianza en nosotras
mismas! ¿Cómo? Aplicando nuestro instinto para saber identificar oportunidades
de negocio en mercados ya conocidos, o ser audaces e incursionar en nuevos
horizontes.
Esto se logra si realmente
tenemos la determinación y nos comprometemos a asumir retos, a cometer posibles
errores y a tener triunfos, porque todo eso, es lo que construye nuestra propia
realidad, como la mujer empresaria que quieres ser.
Esa decisión de utilizar el
instinto y querer ser la mujer que quieres ser, debe estar acompañada de
acciones, y sean las que sean, ¡hazlas extraordinarias! ¡No te quedes inmóvil!
Siempre busca la forma de
indagar oportunidades, buscar asociaciones estratégicas, crear la forma de dar
a conocer tu producto o servicio, rétate a ti misma, sal de los patrones
convencionales. Busca aliados que te ayuden a comercializar tus productos y
enfócate en el mercado al que necesitas llegar.
Igualmente, este gran paso
debe estar seguido de un conocimiento profundo del sector donde quieres tener
tu empresa, y debe ser potencializado por la fe que tienes en ti misma y la fe
en un poder superior; de alimentarte a diario de razones y motivos profundos
que impacten positivamente en ti y en el círculo que te rodea.
Además, debes tener claro que
iniciar y poner en marcha una empresa debe venir internamente de un deseo
ardiente, y aún mejor, si dentro de ti está la visión de generar un valor
compartido que impacte positivamente en la vida de otras personas.
Ahora, ¿vas a utilizar tu
instinto empresarial?; ¡No lo dudes! El éxito se construye única y
exclusivamente si te atreves.
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