Por
ActionCOACH Sergio Palafox | México
Inconscientes
del impacto que tiene en nuestro desempeño y en el crecimiento de nuestro
negocio la falta de un CONTEXTO DE ABUNDANCIA, tan indispensable para crear
nuestras metas personales y las de nuestra empresa en completa libertad, nos
referirnos a la abundancia como algo utópico, inalcanzable y lejana a la
realidad, por lo que nos concentramos en lidiar con la ESCASEZ que es, según
nosotros, real e incuestionable.
La
mayoría de las personas se familiarizan con el término ESCASEZ y, de hecho,
atribuye la falta de resultados a la imposibilidad de salir de ella,
generalmente atribuyéndola a personas y/o factores externos. Un síntoma
inequívoco es ciertamente la ansiedad y la desesperación que nos embarga ante
la escasez de resultados. Como dueño de negocio, esta percepción es más aguda
por la presión que se genera al interior de la empresa. ¿te es familiar esto?
En este escenario, no juegas el rol de dueño de negocio, sino algo más parecido
al rol de víctima de las circunstancias. Así no hay resultados efectivos.
Detengámonos
un momento para reflexionar en esto. En términos prácticos, la peor escasez que
una persona puede experimentar, es la falta de alimentos y es así la persona
está únicamente enfocada a conseguir alimentos. Cuando logra superar esta
amenaza, la escasez principal cambia a la falta de dinero; una vez que se tiene
dinero, entonces la escasez estriba en la falta de tiempo para atender otros
asuntos. ¿puedes verte en esta situación?
Dentro
de un contexto de escasez, aparentemente el uso del tiempo es muy efectivo, ya
que estamos muy concentrados en resolver el problema, sin embargo, no es cierto
del todo. Esta carrera por resolverlo lo más rápido posible, solamente te
garantiza salir de ese problema para entrar a otro, ya que, de manera natural,
dejamos de ver el resto de las variables del negocio, lo que causa más
ansiedad, desesperación y menores resultados.
Como
dueño de un negocio, eres responsable 100% de los resultados de tu empresa (te
guste o no) para lo cual, -a menos que exista una emergencia tan grande que
impida la operación de toda tu empresa-, es tu deber encontrar la posibilidad
de enfrentar un problema desde la tranquilidad, claridad y confianza que da un
contexto de abundancia.
En
efecto, en un contexto de abundancia está disponible planear, consultar,
escuchar y ser escuchado por tu equipo, observar con agudeza los indicadores
clave del desempeño de tu empresa, detectar oportunidades y riesgos, reconocer
las fortalezas y las debilidades de tu negocio frente a las circunstancias que
enfrenta y firmeza para la toma de decisiones efectivas. En este contexto, tu
rol es de emprendedor: un líder que inspira a su equipo de trabajo, a clientes
y a sus proveedores, en un clima de oportunidades con una sana y recíproca
rendición de cuentas. ¡Diversión aparece!
En
suma, eres capaz de generar abundancia a tu alrededor al constituirte en 100%
responsable de CAUSAR los resultados en tu negocio.
Ahora
bien, el principal ingrediente para crear un contexto de abundancia es tu
mentalidad como dueño de negocio, como alguien que tiene la capacidad de
generar abundancia. Para impulsarte y mantenerte en este espacio, un coach es
una excelente alternativa.
Como
cualquier entrenador de un deportista de alto rendimiento, un coach de negocios
asesora al dueño de la empresa para que defina metas personales y de negocio,
específicas, alcanzables, medibles, relevantes y con fechas clave en un plan
para alcanzarlas (SMART); de esta manera entonces se pueden tomar acciones
efectivas y poner en práctica actividades que le den mayor fortaleza,
incrementar habilidades, objetividad, enfoque y retroalimentación continua para
crecer de manera continua.
Recordemos
cuando tomaste la determinación de iniciar un negocio:
•Era
un reto muy grande, pero te sentiste capaz de enfrentarlo
•Fuiste
disciplinado y perseverante
•Estabas
comprometido a hacer lo que era necesario para lograr tu meta
•Eras
inspiración para las personas a tu alrededor
•Tenías
confianza en ti mismo.
•¡Todos
los días aprendías algo para tu negocio!
•Estabas
dispuesto a aprender lo que fuera necesario para crecer
•Los
contratiempos fueron una oportunidad de adquirir experiencia
•Estabas
enfocado, atento y nada impidió que iniciaras tu negocio
¿Crees
que ahora es diferente?
Te
tengo una excelente noticia: tú sigues siendo un emprendedor, solo que ahora
tienes mayor experiencia y más recursos. Por ello, ahora más que nunca tu
compromiso para hacer crecer tu negocio requiere que tomes acciones distintas a
las que te llevaron a abrir tu negocio, a partir de un contexto de abundancia:
•Los
contratiempos son una oportunidad para crecer
•Define
tus metas personales y las de tu empresa, revísalas periódicamente
•Aplica
el concepto de metas SMART
•Crea
semanalmente un tiempo suficiente para desarrollar tus habilidades gerenciales.
(Aprender continuamente es tu primera obligación como dueño)
•Si
vas por alto rendimiento, requieres crear equipo y trabajo en equipo
•Desarrolla
tu liderazgo efectivo con un coach de negocios.
La
escasez es la falta temporal de un recurso. Abundancia es la capacidad que
tienes para causar un resultado.
Recuerda,
un negocio debe ser rentable y, desde luego, tienes que divertirte con él, no sufrirlo.
¿qué eliges? Tu eres el dueño.
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