Por:
ActionCOACH Rodrigo Calderón
Cuando
inicias tu empresa es muy importante trabajar en sus cimientos teniendo control
sobre el Destino (Visión, Misión y Objetivos), conociendo claramente el flujo
de Dinero, administrando correctamente el Tiempo y garantizando la Entrega
consistente del producto o servicio que hayas decidido insertar en el mercado.
Después
deberás tener puesto en marcha un plan de marketing sólido, que esté basado en
al menos 10 distintas estrategias dirigidas a tu mercado meta, mismas que
estarás probando y midiendo sistemáticamente para poder predecir el resultado.
El
tercer nivel del juego consiste en regresar de nuevo al interior de tu empresa
para construir o fortalecer cuatro esquemas que te servirán como punto de apoyo
para detonar el crecimiento y que se conocen como las áreas de soporte:
1)
Equipo: ¿Cuántas veces has escuchado que la gente es lo más valioso en una
empresa? Bueno, créeme que si se dice tantas veces es porque es cierto…
especialmente en las PyMEs la gente es vital. Un mal elemento en una compañía
de 1,000 empleados no pinta, pero si somos 4 en el negocio tener un empleado
tóxico puede ser el 25%. Recluta, capacita, entrena, desarrolla y evalúa a tu
equipo permanentemente. Nunca te arrepentirás de invertir en él y mucho menos
si has logrado un crecimiento sostenido año con año. No es fácil, pero sin duda
te dará madurez, experiencia y liderazgo.
2)
Sistemas: Tener un buen sistema no necesariamente significa invertir en
costosos ERP’s (Enterprise Resource Planning por sus siglas en Ingles, o
Sistemas de Planeación de Recursos Empresariales en Español), ni tampoco es
construir una “Bati-cueva”. Un buen sistema es aquel que te sirve y que tiene
documentado lo que dices que haces, y cuenta con controles que te permiten
saber si de verdad haces lo que dices. Puedes empezar teniendo formatos
impresos, hojas de cálculo y reportes básicos que posteriormente crecerán,
madurarán y se convertirán en la base de alguna aplicación en internet o un
software. Si tienes un desorden y decides instalar un programa que te haga todo
más rápido, quizás solo obtengas “más errores por minuto”. Trabaja primero en
controlar tus procesos internos y luego los agilizas con alguna herramienta o
con una aplicación.
3)
Contabilidad: Quizás tengas formación académica en el ramo, o quizás te guste
mucho el hacer números, pero se trata de ver el panorama como empresario. Debes
tener una contabilidad transparente y confiable para la toma de decisiones. La
idea no es clavarte las horas en esa actividad. Piensa en apoyarte en un buen
despacho que te ayude con una estrategia fiscal efectiva, que te ahorre tiempo,
que no tengas tú que arrastrar el lápiz y que sea ordenado para presentar la
información que te permita analizar y tomar acciones inmediatas. Paga tus
impuestos correctamente y a tiempo, evita las sorpresas con multas y recargos,
y lleva una empresa de forma profesional desde su inicio.
4)
Distribución: Hoy día existen muchas alternativas para poder tener una
logística eficiente y competitiva. Antes de pensar en comprar una camioneta de
reparto y contratar a un chofer, analiza el costo beneficio de tenerlo o no. Si
decides hacer tú este proceso, dentro de tus costos de distribución tienes que
considerar mucho más que sólo la gasolina y el sueldo del chofer. Piensa en depreciación,
mantenimiento, revistas, permisos, licencias, riesgos que impliquen
contratar seguros de vida, robo total o
daños a terceros, etc. Probablemente negociar una buena tarifa para tus
entregas con un tercero sea lo más práctico al principio, o incluso aun después
de que ya tengas una operación más robusta.
Crear,
fortalecer y revisar constantemente tus áreas de soporte son un paso clave para
tener una “Empresa, Comercial, Rentable, Que Funcione Sin Ti”