Las razones para que esto suceda
son muy variadas, desde un marco psicológico podemos contemplar las
siguientes razones:
- No
obtener los resultados deseados, lo cual genera decepción en nosotros
- Querer
tomar demasiadas decisiones al mismo tiempo cansando nuestro cerebro
- El
rechazo social. Como ejemplo, al ser de las últimas opciones al armar un
equipo para un proyecto o cuando un prospecto te dice que no te
comprará. O en un contexto personal, cuando aquella persona que te
ilusiona literalmente te ignora
En un marco físico podemos
considerar:
- Una
vida sedentaria en la cual el ejercicio sea muy poco o nulo.
- Horarios
inestables para comer o saltar comidas…… (¡porque tienes mucho que
hacer!)
El punto de partida es que te des
cuenta que todas esas causas están bajo tu control. La motivación viene de
ti, desde adentro y no es algo que delegas a alguien más o que puedas ligar a
un evento (no vale eso de “Mi jefe no me motiva.”) Y sí, puedes ir a algún
curso de motivación y seguramente saldrás con la batería recargada. Sin
embargo, en el largo plazo, dependerá de ti que esa motivación perdure.
¿Cómo lograrlo? Aquí te comparto 11 recomendaciones para lograrlo:
- Define la causa raíz del problema. Si no estás avanzando
hacia lo que quieres ¿cuál está siendo la causa real del problema? (Sin
echar culpas y enfocándote puramente en ti) ¿qué te disgusta de tu
situación actual? ¿quieres más riesgos y actualmente estás aburrido? ¿No
estás asumiendo los riesgos que deberías? ¿Te falta consistencia y
disciplina? ¿Estás a disgusto con tu lugar de trabajo? ¿Qué puedes
comenzar a cambiar en esta situación? Muchas veces te darás cuenta que
no es falta de motivación lo que estás sufriendo, simplemente quieres
aventar la toalla porque te faltan algunos ingredientes para llegar a la
meta. Considera que seguramente no has llegado tan lejos como querías en
un principio, pero es un hecho que has avanzado y estás mejor de lo que
estabas cuando arrancaste.
- Analiza tus creencias. ¿Crees que te mereces las
recompensas que estás planteando para ti? Tal vez no es desmotivación
sino un miedo a alcanzar la meta, generado porque no crees que no lo
mereces o por miedo a fallar. La única solución es enfrentar esos
demonios, verlos directo a la cara y dar ese primer paso hacia la
cristalización de ese sueño. ¿Habrá errores? Seguramente sí, también
habrá aprendizajes. ¿Será fácil? Es un hecho que no, todo lo que vale la
pena en esta vida requiere de trabajo constante y disciplina. El otro lado
de la moneda es que puedes pasar el resto de tu vida preguntándote “¿qué
hubiera pasado si…?” Ten presente que muchas veces un fracaso es el
acceso hacia el logro más importante de tu vida.
- Encuentra aquello que te está frenando: Tu
Resistencia. Steven Pressfield define la resistencia como
aquella fuerza que evitará, a toda costa, que alcances aquel sueño que
tienes para ti. Es aquella vocecita en tu cabeza que te dirá “No
levantes el teléfono para hablarle a ese prospecto, seguramente no te
tomará la llamada” o que te dice “¡Qué flojera ir al gimnasio! Mejor
quédate en la cama” o “Mejor hazlo mañana, hoy ya estás cansado” o
“Entra a Facebook, sólo unos minutos, ese proyecto lo puedes hacer
después” La consecuencia de escuchar a esa voz es que te sentirás
aburrido, ciclado, frustrado y desenfocado ¿Cómo callarla? Haciendo
lo que sabes que tienes que hacer para avanzar hacia tu
objetivo. Cerrando el Facebook, preparando la maleta para ir al gym,
utilizando la famosa frase de “Sólo por hoy haré X o Y acción y avanzaré
hacia mi meta”, saltando de la cama, levantando el teléfono o abriendo
ese archivo de Word para dar ese primer paso en ese proyecto.
- Deja fluir el sentimiento. Muchas veces cuando
tenemos claro lo que queremos, pensamos “que está mal” estar triste,
deprimido o falto de motivación. Si tu cerebro te está mandando ese
sentimiento acéptalo. Te ayudará a ver las cosas desde otra perspectiva,
a replantear la forma en la que estás haciendo las cosas o a cuestionar
si tu forma de ser o de pensar es la adecuada para lograr el resultado
que quieres. Lo importante es no quedarse ahí, toma lo bueno del sentimiento
y sigue adelante.
- Cambia la rutina. Rompe con tus esquemas
monótonos y comienza haciendo algo nuevo. Por ejemplo, levantarte
temprano en la mañana, o tomar una ruta diferente para ir al trabajo, o
comenzando a enfocarte en tus proyectos en lugar de llegar a platicar de
los resultados del futbol del fin de semana.
- Deja de compararte con los demás. Cada persona es única y
vino a este mundo con diferentes virtudes y defectos. Sé tú mismo,
valórate, respétate y quiérete cómo eres. A este mundo llegamos desnudos
y igual nos iremos con las manos vacías. La única oportunidad para
alcanzar todo lo que quieres es esta vida. Y todo aquello que logres
será una ganancia a lo que originalmente tenías cuando llegaste.
- Prepárate cada día para SER la mejor versión
de ti mismo. Lee, escucha y observa cosas positivas. Si
estás desmotivado, lee, escucha un audiolibro o ve un video que te
siembre pensamientos positivos o que te haga reír. Utiliza esos apoyos
externos disciplinadamente, cada día para disipar esa nube de
desmotivación y vibrar con los pensamientos correctos para triunfar.
- Define una lista con prioridades de las
cosas que quieres y las que sabes que tienes que hacer. Es fundamental que tengas
claro qué es fundamental lograr al final de cada día y que establezcas
prioridades entre todo lo que quieres y tienes que hacer. Entre más
control tengas, mucho más fácil será cumplir con aquellas tareas que te
acercarán cada día a aquello que tú consideres éxito.
- Cómete ese elefante a pedacitos. Muchas veces la
desmotivación viene porque no estamos logrando un resultado deseado ¿qué
pasaría si todos los días avanzas hacia esa meta, aunque sea un poquito?
Una vez que empieces, seguramente te motivarás a continuar. Y si no
continúas, puedes estar satisfecho porque expandiste tu zona de confort
y diste un pasito hacia mejorar. Un pedacito del elefante cada día, te
ayudará a finalmente comértelo.
- Maximiza el tiempo que pasas con gente
positiva y reduce lo más posible el contacto con gente negativa. Uno de los factores para
lograr la calidad de vida para ti, es la calidad de personas de las que
te rodeas (para bien o para mal.) Según Ivan Misner, te parecerás a las
5 o 6 personas con las cuales convivas más ¿Has notado que hay personas
que tienen como deporte olímpico en la vida el quejarse? ¿Qué obtendrás
juntándote con ellas? Razones y justificaciones para no lograr lo que
quieres. Rodéate de personas que te ayuden a SER una mejor persona
y que te impulsen a HACER lo que te llevará a TENER los resultados que
quieres para ti.
- Vive una actitud arriba de la línea. Deja de utilizar excusas,
de culpar a los demás o lo peor, de negar tu realidad. Vivir arriba de
la línea implica: PERTENENCIA, hacerte dueño de la situación y de los
resultados que obtienes (positivos o negativos.) Ser RESPONSABLE, es
decir, dar la respuesta que se espera de ti. Y finalmente ser CONFIABLE,
que la gente esté convencida que eres alguien que cumple lo que promete.
¿Cuáles son los primeros pasos que
te recomiendo dar? Decide vivir arriba de la línea y después, define una meta
pequeña a lograr en el corto plazo (en esta semana, los próximos quince días
o máximo en un mes.) Una pequeña victoria puede ser la chispa hacia metas más
grandes y detonante de ese motor llamado motivación.
Si tu motivación está baja, es una oportunidad para salir del día a día y
recordar tu gran visión o tu PARA QUÉ personal. Si no lo has definido, es una
buena oportunidad para sentarte y ponerlo en papel. Teniendo esa visión
clara, tus metas en el corto plazo serán tu impulso más grande. Trabaja cada
día en avanzar hacia ellas y fija en tu mente ese para qué. Una meta sin ese
catalizador, es una meta vacía y carente de sentido. No has venido a este
mundo a quedar bien con otras personas.
Tu misión aquí es ser feliz y lograr que cada segundo de tu vida
memorable. ¡Éxito en tu proceso de motivación!
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario