miércoles, 23 de julio de 2014

Todo se trata de la emoción

Por ActionCOACH Rob Pickering

A medida que avanzamos por la vida y los negocios, tendemos a mirar a la lógica y operar de forma transaccional. Nuestro paradigma - la manera en que vemos el mundo - se basa normalmente en la lógica. Es cómo explicamos las cosas, es racional.

Por ejemplo, paga a alguien para hacer un trabajo y lo hará. Ofrece lo que la gente quiere a un precio razonable y lo comprarán. Pero el problema es que en realidad se tiende a tratar con otros seres humanos, y los seres humanos no se basan en la lógica, estamos basados ​​en la emoción.

La motivación es mucho más acerca de la emoción que de la lógica. Las personas sólo hacen las cosas cuando están motivados. Así que si quieres que alguien trabaje para ti y haga las cosas de la manera que tu las quieres hechas, en el momento que deseas que se hagan, será mejor que te asegures de que estén motivados correctamente. Y si quieres que la gente te compre y te siga comprando, es mejor que te asegures de que están motivados. Si quieres que la gente confíe en ti, que te ayuden, que les agrades ... necesitas asegurarte que están motivados adecuadamente.

La clave de todo esto implica conocer y tener un gusto por la gente. Por «conocimiento» no me refiero sólo a saber que existen, me refiero a que realmente llegas a conocer lo que les importa. Cuando sabes lo que le importa a la gente, puedes comenzar a entenderlos. Y cuando entiendes a la gente, puedes encontrar maneras de ayudarles. Los negocios - cuando nos vamos a la raíz- es ayudar a la gente. En términos más lógicos se trata de la entrega de un producto o servicio que la gente necesita o quiere, de una manera que les gusta.

Las empresas a menudo fracasan - ya sea totalmente (dejan el  comercio) o parcialmente (son menos rentables de lo que podrían ser) - porque pierden de vista el punto fundamental, es decir, ayudar a la gente. Se quedan atrapados en sus propias necesidades y deseos internos, o no entienden lo que importa a sus clientes. Y cuando esto sucede, los clientes compran menos o dejan de comprar por completo.

La clave del éxito en los negocios es comprender a la gente: comprender a sus empleados, sus proveedores y sus clientes y lo que realmente les importa a cada uno de ellos, y encontrar una manera de satisfacer todas sus necesidades al mismo tiempo. Es siempre un equilibrio. Pregúntate a ti mismo, ¿sabes lo que realmente le importa a cada uno de estos grupos e individuos? Si no, averígualo, y después, actúa en consecuencia.


Eso debería estar en el centro de todos tus planes y acciones, pero guiado, por supuesto, por lo que te importa a ti.

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