Por
ActionCOACH Ver Lima | Brasil
En
la última encuesta del GEM - Global Entrepreneurship Monitor, en colaboración
con SEBRAE, se encontró que el número de mujeres que han abierto nuevas micro y
pequeñas empresas en Brasil en los últimos tres años y medio, es superior a la
de los hombres. Ya son 52% del total.
Las
mujeres están abriendo negocios, principalmente porque les da horarios
flexibles, lo que les permite prestar más atención a la familia. Llegan al
mercado con mucha determinación, mayor escolaridad, invierten más en las
habilidades y buscan un mayor acceso a la información que hará que su negocio
crezca. Sin embargo, se enfrentan a un grave problema: la soledad del poder.
En
las grandes empresas, donde hay una clara estructura de poder, los presidentes
tienen directores y vicepresidentes para compartir sus preocupaciones con el
negocio y hay una cierta división de responsabilidades. En las micro y pequeñas
empresas, cuando las cosas no son buenas, no hay nadie con quien compartir
estas dificultades y dividir las preocupaciones diarias y las mujeres sufren
con esto.
Esto
no es un problema sólo de las mujeres, los hombres también lo sienten, pero con
menor intensidad, por una simple razón: al final del día, mientras que van para
la hora feliz, las empresarias van a casa, a cuidar de la familia. Pierden por
lo tanto la oportunidad de intercambiar ideas con otras personas que están
pasando por la misma experiencia y podrían ayudarles a hacer frente a los retos
que forman parte del mundo de los negocios.
Es
común entre las mujeres, la sensación de que estás sola, y para ellas, el dolor
de no ser capaz de compartir los problemas es aún más contundente. Las
empresarias necesitan establecer una red de buenos contactos con los que puedan
intercambiar experiencias, presentar su negocio al mundo y ampliar sus horizontes.
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