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Las razones para que esto suceda
son muy variadas, desde un marco psicológico podemos contemplar las
siguientes razones:
En un marco físico podemos
considerar:
El punto de partida es que te des
cuenta que todas esas causas están bajo tu control. La motivación viene de
ti, desde adentro y no es algo que delegas a alguien más o que puedas ligar a
un evento (no vale eso de “Mi jefe no me motiva.”) Y sí, puedes ir a algún
curso de motivación y seguramente saldrás con la batería recargada. Sin
embargo, en el largo plazo, dependerá de ti que esa motivación perdure.
¿Cómo lograrlo? Aquí te comparto 11 recomendaciones para lograrlo:
¿Cuáles son los primeros pasos que
te recomiendo dar? Decide vivir arriba de la línea y después, define una meta
pequeña a lograr en el corto plazo (en esta semana, los próximos quince días
o máximo en un mes.) Una pequeña victoria puede ser la chispa hacia metas más
grandes y detonante de ese motor llamado motivación.
Si tu motivación está baja, es una oportunidad para salir del día a día y recordar tu gran visión o tu PARA QUÉ personal. Si no lo has definido, es una buena oportunidad para sentarte y ponerlo en papel. Teniendo esa visión clara, tus metas en el corto plazo serán tu impulso más grande. Trabaja cada día en avanzar hacia ellas y fija en tu mente ese para qué. Una meta sin ese catalizador, es una meta vacía y carente de sentido. No has venido a este mundo a quedar bien con otras personas. Tu misión aquí es ser feliz y lograr que cada segundo de tu vida memorable. ¡Éxito en tu proceso de motivación! |
jueves, 31 de julio de 2014
¿Motivación baja? 11 recomendaciones para retomar el enfoque y la energía.
miércoles, 23 de julio de 2014
Todo se trata de la emoción
Por
ActionCOACH Rob Pickering
A
medida que avanzamos por la vida y los negocios, tendemos a mirar a la lógica y
operar de forma transaccional. Nuestro paradigma - la manera en que vemos el
mundo - se basa normalmente en la lógica. Es cómo explicamos las cosas, es
racional.
Por
ejemplo, paga a alguien para hacer un trabajo y lo hará. Ofrece lo que la gente
quiere a un precio razonable y lo comprarán. Pero el problema es que en
realidad se tiende a tratar con otros seres humanos, y los seres humanos no se
basan en la lógica, estamos basados en la emoción.
La
motivación es mucho más acerca de la emoción que de la lógica. Las personas
sólo hacen las cosas cuando están motivados. Así que si quieres que alguien
trabaje para ti y haga las cosas de la manera que tu las quieres hechas, en el
momento que deseas que se hagan, será mejor que te asegures de que estén
motivados correctamente. Y si quieres que la gente te compre y te siga
comprando, es mejor que te asegures de que están motivados. Si quieres que la
gente confíe en ti, que te ayuden, que les agrades ... necesitas asegurarte que
están motivados adecuadamente.
La
clave de todo esto implica conocer y tener un gusto por la gente. Por
«conocimiento» no me refiero sólo a saber que existen, me refiero a que
realmente llegas a conocer lo que les importa. Cuando sabes lo que le importa a
la gente, puedes comenzar a entenderlos. Y cuando entiendes a la gente, puedes
encontrar maneras de ayudarles. Los negocios - cuando nos vamos a la raíz- es
ayudar a la gente. En términos más lógicos se trata de la entrega de un
producto o servicio que la gente necesita o quiere, de una manera que les
gusta.
Las
empresas a menudo fracasan - ya sea totalmente (dejan el comercio) o parcialmente (son menos rentables
de lo que podrían ser) - porque pierden de vista el punto fundamental, es
decir, ayudar a la gente. Se quedan atrapados en sus propias necesidades y
deseos internos, o no entienden lo que importa a sus clientes. Y cuando esto
sucede, los clientes compran menos o dejan de comprar por completo.
La
clave del éxito en los negocios es comprender a la gente: comprender a sus
empleados, sus proveedores y sus clientes y lo que realmente les importa a cada
uno de ellos, y encontrar una manera de satisfacer todas sus necesidades al
mismo tiempo. Es siempre un equilibrio. Pregúntate a ti mismo, ¿sabes lo que
realmente le importa a cada uno de estos grupos e individuos? Si no,
averígualo, y después, actúa en consecuencia.
Eso
debería estar en el centro de todos tus planes y acciones, pero guiado, por
supuesto, por lo que te importa a ti.
lunes, 21 de julio de 2014
Efectividad Personal: Dominio del Tiempo
Por
ActionCOACH Alejandro Arena
Si
reaccionas ante los sucesos, en vez de anticiparte a ellos, si vives al día (de
ayer) y dedicas mucho tiempo a dar solución a lo que no previste, y si te la
pasas apagando fuegos, tu prioridad es lo urgente, en vez de lo importante.
Piensa
por un instante acerca de lo “primero” en tu vida. Ahora, sé honesto: ¿Le estás
dando a esas cosas la importancia y el tiempo que se merecen? Si tú eres como
la mayoría de los profesionales atareados, la respuesta seguramente es NO.
Como
persona dedicada, intentas equilibrar tu carrera, tu vida familiar y tus
obligaciones sociales, pero no lo logras. La mayoría de las técnicas de
administración del tiempo intentan ayudarte a hacer más en menos tiempo, pero
no te ayudan a determinar qué es lo que debes hacer, qué es lo primero. Es
decir, son técnicas más enfocadas al uso del reloj (hacer las cosas más rápido)
que a la brújula (hacer las cosas correctas).
Conocer la dirección (brújula) es la clave para la efectividad personal.
Una
de las técnicas que se utilizan para hacer las cosas correctas es agrupar las
tareas o pendientes en los cuatro cuadrantes propuestos por Stephen Covey:
I
- No importante y urgente.
II
- Importante y no urgente.
III
- No importante y urgente.
IV
- No importante y no urgente.
Esta
clasificación nos ayuda a priorizar nuestras tareas o pendientes. El cuadrante
más productivo es el II (cosas importantes y no urgentes), pues entre más
tiempo invirtamos en la realización de tareas de dicho cuadrante, menos cosas
se convertirán en urgentes. La diferencia entre cuadrante I y el II es que,
siendo ambos de cosas importantes, en el cuadrante I ya se nos hizo tarde.
Ahora
bien, ¿cómo determino lo importante, lo primero en la vida?
Hay
cuatro necesidades fundamentales en nuestra vida. Si no las tenemos, nos
sentimos incompletos o vacíos. Estas necesidades son:
Físicas-profesionales:
comida, ropa, vivienda, salud y dinero.
Sociales:
amar y ser amado, pertenecer, asociarse.
Mentales:
desarrollar nuestras habilidades y crecer.
Espirituales:
sentido del propósito, significado y contribución.
En
otras palabras, necesitamos vivir, amar, aprender y dejar un legado, según S.
Covey.
Si
examinas cuidadosamente tu vida, te darás cuenta que los problemas de manejo
del tiempo se refieren a cumplir alguna de las necesidades descritas. No llenar
una de esas necesidades:
Disminuye
tu calidad de vida.
Consume
tu energía y atención.
Te
obligará a mantenerte ocupado; y si ya lo estás, pensarás que tienes que ser
más productivo.
Las
cuatro necesidades no son partes independientes de tu vida. Por le contrario,
alcanzarás la paz y la felicidad justo donde las cuatro coinciden. Cuando hay
sinergia entre las cuatro necesidades, el trabajo tiene sentido, las relaciones
tienen profundidad y tu salud se convierte en un medio para lograr tus
objetivos.
Tan
importante como llenar las cuatro necesidades es alinearse con los principios,
pues estos son también lo importante. Los principios son universales, no son
opiniones o valores personales. Los principios, el “verdadero norte”, son la
brújula que nos guiará hacia la verdadera calidad de vida.
Después,
te sugiero que hagas un registro para descubrir en qué se te va el tiempo,
realices algunos cambios a partir de él, establezcas un horario por bloques de
tiempo, lleves un registro maestro, aprendas a delegar eficazmente y a realizar
juntas productivas de trabajo.
miércoles, 16 de julio de 2014
Los 7 elementos para convertirte en un vendedor exitoso
Por Coach: Eva Ramos
Si
quieres ser un vendedor fenomenal, y quieres que tu equipo de ventas también se
convierta en un equipo que logre grandes resultados, entonces hay ciertas
características o atributos que tienen que desarrollarse diariamente, para
poder convertirse en uno.
Es bien sabido que como vendedores profesionales, debemos
cubrir tres aspectos fundamentales, que muchas veces pasamos por largo:
Examinar, Realizar un Diagnóstico y Prescribir, tal cual lo haría un médico.
Pero aparte de estas tres fases fundamentales en cualquier venta, existen 7
elementos que tú, como vendedor, debes desarrollar para lograr resultados
asombrosos y ninguno de ellos te puede faltar, porque al faltarte alguno de
ellos, estarías reduciendo enormemente tus resultados.
1) Actitud Mental Positiva
El no tener una actitud mental positiva, significa que
tienes una actitud mental negativa, lo cual dificulta enormemente que te
relaciones con las demás personas y que te motives todos los días para
desarrollar tu trabajo en ventas. A las personas les gusta estar con gente
positiva y optimista y si tú no muestras estas características al mostrar tu
producto o servicio, difícilmente podrás conseguir resultados favorables.
2) Imagen profesional
Si no luces presentable, dando una imagen profesional,
una imagen de la persona con la que a las personas les gustaría hacer negocios,
entonces tus prospectos no querrán comprarte.
Si te ves cansado o proyectas una imagen descuidada,
difícilmente a alguien podrás motivar para que compre los productos o servicios
que ofreces.
3) Conocimiento total del producto/servicio
Debes conocer a la perfección los productos o servicios
que vendes. El no tener un conocimiento total de estos, hará que baje
enormemente tu confianza al momento de estar frente a tu prospecto. Además, si
no puedes responder una pregunta que te haga tu prospecto, la confianza que
había depositado en ti desaparecerá.
4) Prospección continua y desarrollo de
nuevos negocios.
Para tener éxito en ventas debes mantenerte prospectando
constantemente y desarrollando nuevas oportunidades. La incapacidad de
conseguir nuevos prospectos y convertirlos en clientes es probablemente la
razón número 1 de que no se obtengan los resultados en ventas que deseas.
5) Habilidades de presentación.
Hacer presentaciones efectivas es un paso fundamental en
el proceso de ventas. Requiere que pases de lo general a lo particular,
despertando el interés y el deseo. Tener pobres habilidades de presentación,
puede matar tu carrera en ventas.
6) Manejo de objeciones y obtener compromiso
(cierre de ventas).
Tu capacidad de responder a las objeciones de tus
prospectos de forma clara y de obtener el compromiso de ellos a tomar acción,
es la finalidad última de las ventas. Si haces todo lo demás bien, excepto este
punto, seguirás obteniendo pobres resultados en ventas.
7) Habilidades de administración personal.
Tu capacidad de planear y organizar tus actividades, para
que veas al mayor número de prospectos calificados posibles, dentro de un
periodo determinado de tiempo, es fundamental para tu éxito.
Una razón muy importante para no conseguir los resultados
deseados en ventas, es porque tenemos una pésima administración del tiempo, es
decir, fallamos en utilizar el tiempo de ventas de manera efectiva. Si esto
continua por mucho tiempo, tus resultados nunca serán los que buscas.
Si de verdad deseas mejorar los resultados que estás
obteniendo, analiza estos 7 elementos que te acabo de presentar. Esto lo puedes
hacer, poniéndote una calificación del 1 al 5 en cada uno de ellos, siendo 1 la
calificación más baja y 5 la más alta. Suma tus calificaciones y divídelas
entre 7, y te dará la calificación promedio.
Ahora que sabes cual es tu calificación, analiza los
resultados que estás obteniendo de manera global al día de hoy, el monto de las
ventas que estás alcanzando y este es tu punto de partida.
Ahora toma la decisión de mejorar tan sólo un 10% cada
una de los 7 elementos que acabamos de mencionar, y aprende lo que tengas que
aprender, practica lo que tengas que practicar, para mejorar en tan sólo un 10%
los resultados a lo largo de los próximos 6 meses.
Cuéntanos que harás distinto para mejorar cada uno de
estos 7 elementos aquí abajo y ¡Ponte en acción!
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