jueves, 31 de julio de 2014

¿Motivación baja? 11 recomendaciones para retomar el enfoque y la energía.

Por ActionCOACH Rodrigo Escobedo

Actualmente vivimos en un mundo dinámico y cambiante, lo cual muchas veces afecta nuestro estado de ánimo y es fácil perder la motivación.

Las razones para que esto suceda son muy variadas, desde un marco psicológico podemos contemplar las siguientes razones:
  • No obtener los resultados deseados, lo cual genera decepción en nosotros
  • Querer tomar demasiadas decisiones al mismo tiempo cansando nuestro cerebro
  • El rechazo social. Como ejemplo, al ser de las últimas opciones al armar un equipo para un proyecto o cuando un prospecto te dice que no te comprará. O en un contexto personal, cuando aquella persona que te ilusiona literalmente te ignora
En un marco físico podemos considerar:
  • Una vida sedentaria en la cual el ejercicio sea muy poco o nulo.
  • Horarios inestables para comer o saltar comidas…… (¡porque tienes mucho que hacer!)  
El punto de partida es que te des cuenta que todas esas causas están bajo tu control. La motivación viene de ti, desde adentro y no es algo que delegas a alguien más o que puedas ligar a un evento (no vale eso de “Mi jefe no me motiva.”) Y sí, puedes ir a algún curso de motivación y seguramente saldrás con la batería recargada. Sin embargo,  en el largo plazo, dependerá de ti que esa motivación perdure. ¿Cómo lograrlo? Aquí te comparto 11 recomendaciones para lograrlo:
  1. Define la causa raíz del problema.  Si no estás avanzando hacia lo que quieres ¿cuál está siendo la causa real del problema? (Sin echar culpas y enfocándote puramente en ti) ¿qué te disgusta de tu situación actual? ¿quieres más riesgos y actualmente estás aburrido? ¿No estás asumiendo los riesgos que deberías? ¿Te falta consistencia y disciplina? ¿Estás a disgusto con tu lugar de trabajo? ¿Qué puedes comenzar a cambiar en esta situación? Muchas veces te darás cuenta que no es falta de motivación lo que estás sufriendo, simplemente quieres aventar la toalla porque te faltan algunos ingredientes para llegar a la meta. Considera que seguramente no has llegado tan lejos como querías en un principio, pero es un hecho que has avanzado y estás mejor de lo que estabas cuando arrancaste.
  2. Analiza tus creencias. ¿Crees que te mereces las recompensas que estás planteando para ti? Tal vez no es desmotivación sino un miedo a alcanzar la meta, generado porque no crees que no lo mereces o por  miedo a fallar. La única solución es enfrentar esos demonios, verlos directo a la cara y dar ese primer paso hacia la cristalización de ese sueño. ¿Habrá errores? Seguramente sí, también habrá aprendizajes. ¿Será fácil? Es un hecho que no, todo lo que vale la pena en esta vida requiere de trabajo constante y disciplina. El otro lado de la moneda es que puedes pasar el resto de tu vida preguntándote “¿qué hubiera pasado si…?” Ten presente que muchas veces un fracaso es el acceso hacia el logro más importante de tu vida. 
  3. Encuentra aquello que te está frenando: Tu Resistencia.  Steven Pressfield define la resistencia como aquella fuerza que evitará, a toda costa, que alcances aquel sueño que tienes para ti. Es aquella vocecita en tu cabeza que te dirá “No levantes el teléfono para hablarle a ese prospecto, seguramente no te tomará la llamada” o que te dice “¡Qué flojera ir al gimnasio! Mejor quédate en la cama” o “Mejor hazlo mañana, hoy ya estás cansado” o “Entra a Facebook, sólo unos minutos,  ese proyecto lo puedes hacer después” La consecuencia de escuchar a esa voz es que te sentirás aburrido, ciclado, frustrado y desenfocado ¿Cómo callarla? Haciendo lo que sabes que tienes que hacer para avanzar hacia tu objetivo. Cerrando el Facebook, preparando la maleta para ir al gym, utilizando la famosa frase de “Sólo por hoy haré X o Y acción y avanzaré hacia mi meta”, saltando de la cama, levantando el teléfono o abriendo ese archivo de Word para dar ese primer paso en ese proyecto. 
  4. Deja fluir el sentimiento. Muchas veces cuando tenemos claro lo que queremos, pensamos “que está mal” estar triste, deprimido o falto de motivación. Si tu cerebro te está mandando ese sentimiento acéptalo. Te ayudará a ver las cosas desde otra perspectiva, a replantear la forma en la que estás haciendo las cosas o a cuestionar si tu forma de ser o de pensar es la adecuada para lograr el resultado que quieres. Lo importante es no quedarse ahí, toma lo bueno del sentimiento y sigue adelante. 
  5. Cambia la rutina. Rompe con tus esquemas monótonos y comienza haciendo algo nuevo. Por ejemplo, levantarte temprano en la mañana, o tomar una ruta diferente para ir al trabajo, o comenzando a enfocarte en tus proyectos en lugar de llegar a platicar de los resultados del futbol del fin de semana.
  6. Deja de compararte con los demás. Cada persona es única y vino a este mundo con diferentes virtudes y defectos. Sé tú mismo, valórate, respétate y quiérete cómo eres. A este mundo llegamos desnudos y  igual nos iremos con las manos vacías. La única oportunidad para alcanzar todo lo que quieres es esta vida. Y todo aquello que logres será una ganancia a lo que originalmente tenías cuando llegaste. 
  7. Prepárate cada día para SER la mejor versión de ti mismo. Lee, escucha y observa cosas positivas. Si estás desmotivado, lee, escucha un audiolibro o ve un video que te siembre pensamientos positivos o que te haga reír. Utiliza esos apoyos externos disciplinadamente, cada día para disipar esa nube de desmotivación y vibrar con los pensamientos correctos para triunfar. 
  8. Define una lista con prioridades de las cosas que quieres y las que sabes que tienes que hacer. Es fundamental que tengas claro qué es fundamental lograr al final de cada día y que establezcas prioridades entre todo lo que quieres y tienes que hacer. Entre más control tengas, mucho más fácil será cumplir con aquellas tareas que te acercarán cada día a aquello que tú consideres éxito. 
  9. Cómete ese elefante a pedacitos. Muchas veces la desmotivación viene porque no estamos logrando un resultado deseado ¿qué pasaría si todos los días avanzas hacia esa meta, aunque sea un poquito? Una vez que empieces, seguramente te motivarás a continuar. Y si no continúas, puedes estar satisfecho porque expandiste tu zona de confort y diste un pasito hacia mejorar. Un pedacito del elefante cada día, te ayudará a finalmente comértelo.
  10. Maximiza el tiempo que pasas con gente positiva y reduce lo más posible el contacto con gente negativa. Uno de los factores para lograr la calidad de vida para ti, es la calidad de personas de las que te rodeas (para bien o para mal.) Según Ivan Misner, te parecerás a las 5 o 6 personas con las cuales convivas más ¿Has notado que hay personas que tienen como deporte olímpico en la vida el quejarse? ¿Qué obtendrás juntándote con ellas? Razones y justificaciones para no lograr lo que quieres.  Rodéate de personas que te ayuden a SER una mejor persona y que te impulsen a HACER lo que te llevará a TENER los resultados que quieres para ti. 
  11. Vive una actitud arriba de la línea.  Deja de utilizar excusas, de culpar a los demás o lo peor, de negar tu realidad. Vivir arriba de la línea implica: PERTENENCIA, hacerte dueño de la situación y de los resultados que obtienes (positivos o negativos.) Ser RESPONSABLE, es decir, dar la respuesta que se espera de ti. Y finalmente ser CONFIABLE, que la gente esté convencida que eres alguien que cumple lo que promete. 
¿Cuáles son los primeros pasos que te recomiendo dar? Decide vivir arriba de la línea y después, define una meta pequeña a lograr en el corto plazo (en esta semana, los próximos quince días o máximo en un mes.) Una pequeña victoria puede ser la chispa hacia metas más grandes y detonante de ese motor llamado motivación. 

Si tu motivación está baja, es una oportunidad para salir del día a día y recordar tu gran visión o tu PARA QUÉ personal. Si no lo has definido, es una buena oportunidad para sentarte y ponerlo en papel.  Teniendo esa visión clara, tus metas en el corto plazo serán tu impulso más grande. Trabaja cada día en avanzar hacia ellas y fija en tu mente ese para qué. Una meta sin ese catalizador, es una meta vacía y carente de sentido. No has venido a este mundo a quedar bien con otras personas.

Tu misión aquí es ser feliz y lograr que cada segundo de tu vida memorable. ¡Éxito en tu proceso de motivación!


miércoles, 23 de julio de 2014

Todo se trata de la emoción

Por ActionCOACH Rob Pickering

A medida que avanzamos por la vida y los negocios, tendemos a mirar a la lógica y operar de forma transaccional. Nuestro paradigma - la manera en que vemos el mundo - se basa normalmente en la lógica. Es cómo explicamos las cosas, es racional.

Por ejemplo, paga a alguien para hacer un trabajo y lo hará. Ofrece lo que la gente quiere a un precio razonable y lo comprarán. Pero el problema es que en realidad se tiende a tratar con otros seres humanos, y los seres humanos no se basan en la lógica, estamos basados ​​en la emoción.

La motivación es mucho más acerca de la emoción que de la lógica. Las personas sólo hacen las cosas cuando están motivados. Así que si quieres que alguien trabaje para ti y haga las cosas de la manera que tu las quieres hechas, en el momento que deseas que se hagan, será mejor que te asegures de que estén motivados correctamente. Y si quieres que la gente te compre y te siga comprando, es mejor que te asegures de que están motivados. Si quieres que la gente confíe en ti, que te ayuden, que les agrades ... necesitas asegurarte que están motivados adecuadamente.

La clave de todo esto implica conocer y tener un gusto por la gente. Por «conocimiento» no me refiero sólo a saber que existen, me refiero a que realmente llegas a conocer lo que les importa. Cuando sabes lo que le importa a la gente, puedes comenzar a entenderlos. Y cuando entiendes a la gente, puedes encontrar maneras de ayudarles. Los negocios - cuando nos vamos a la raíz- es ayudar a la gente. En términos más lógicos se trata de la entrega de un producto o servicio que la gente necesita o quiere, de una manera que les gusta.

Las empresas a menudo fracasan - ya sea totalmente (dejan el  comercio) o parcialmente (son menos rentables de lo que podrían ser) - porque pierden de vista el punto fundamental, es decir, ayudar a la gente. Se quedan atrapados en sus propias necesidades y deseos internos, o no entienden lo que importa a sus clientes. Y cuando esto sucede, los clientes compran menos o dejan de comprar por completo.

La clave del éxito en los negocios es comprender a la gente: comprender a sus empleados, sus proveedores y sus clientes y lo que realmente les importa a cada uno de ellos, y encontrar una manera de satisfacer todas sus necesidades al mismo tiempo. Es siempre un equilibrio. Pregúntate a ti mismo, ¿sabes lo que realmente le importa a cada uno de estos grupos e individuos? Si no, averígualo, y después, actúa en consecuencia.


Eso debería estar en el centro de todos tus planes y acciones, pero guiado, por supuesto, por lo que te importa a ti.

lunes, 21 de julio de 2014

Efectividad Personal: Dominio del Tiempo

Por ActionCOACH Alejandro Arena

Si reaccionas ante los sucesos, en vez de anticiparte a ellos, si vives al día (de ayer) y dedicas mucho tiempo a dar solución a lo que no previste, y si te la pasas apagando fuegos, tu prioridad es lo urgente, en vez de lo importante.

Piensa por un instante acerca de lo “primero” en tu vida. Ahora, sé honesto: ¿Le estás dando a esas cosas la importancia y el tiempo que se merecen? Si tú eres como la mayoría de los profesionales atareados, la respuesta seguramente es NO.

Como persona dedicada, intentas equilibrar tu carrera, tu vida familiar y tus obligaciones sociales, pero no lo logras. La mayoría de las técnicas de administración del tiempo intentan ayudarte a hacer más en menos tiempo, pero no te ayudan a determinar qué es lo que debes hacer, qué es lo primero. Es decir, son técnicas más enfocadas al uso del reloj (hacer las cosas más rápido) que a la brújula (hacer las cosas correctas).  Conocer la dirección (brújula) es la clave para la efectividad personal.

Una de las técnicas que se utilizan para hacer las cosas correctas es agrupar las tareas o pendientes en los cuatro cuadrantes propuestos por Stephen Covey:

I - No importante y urgente.
II - Importante y no urgente.
III - No importante y urgente.
IV - No importante y no urgente.

Esta clasificación nos ayuda a priorizar nuestras tareas o pendientes. El cuadrante más productivo es el II (cosas importantes y no urgentes), pues entre más tiempo invirtamos en la realización de tareas de dicho cuadrante, menos cosas se convertirán en urgentes. La diferencia entre cuadrante I y el II es que, siendo ambos de cosas importantes, en el cuadrante I ya se nos hizo tarde.

Ahora bien, ¿cómo determino lo importante, lo primero en la vida?

Hay cuatro necesidades fundamentales en nuestra vida. Si no las tenemos, nos sentimos incompletos o vacíos. Estas necesidades son:

Físicas-profesionales: comida, ropa, vivienda, salud y dinero.
Sociales: amar y ser amado, pertenecer, asociarse.
Mentales: desarrollar nuestras habilidades y crecer.
Espirituales: sentido del propósito, significado y contribución.

En otras palabras, necesitamos vivir, amar, aprender y dejar un legado, según S. Covey.

Si examinas cuidadosamente tu vida, te darás cuenta que los problemas de manejo del tiempo se refieren a cumplir alguna de las necesidades descritas. No llenar una de esas necesidades:

Disminuye tu calidad de vida.
Consume tu energía y atención.

Te obligará a mantenerte ocupado; y si ya lo estás, pensarás que tienes que ser más productivo.

Las cuatro necesidades no son partes independientes de tu vida. Por le contrario, alcanzarás la paz y la felicidad justo donde las cuatro coinciden. Cuando hay sinergia entre las cuatro necesidades, el trabajo tiene sentido, las relaciones tienen profundidad y tu salud se convierte en un medio para lograr tus objetivos.

Tan importante como llenar las cuatro necesidades es alinearse con los principios, pues estos son también lo importante. Los principios son universales, no son opiniones o valores personales. Los principios, el “verdadero norte”, son la brújula que nos guiará hacia la verdadera calidad de vida.


Después, te sugiero que hagas un registro para descubrir en qué se te va el tiempo, realices algunos cambios a partir de él, establezcas un horario por bloques de tiempo, lleves un registro maestro, aprendas a delegar eficazmente y a realizar juntas productivas de trabajo.

miércoles, 16 de julio de 2014

Los 7 elementos para convertirte en un vendedor exitoso

Por Coach: Eva Ramos
Si quieres ser un vendedor fenomenal, y quieres que tu equipo de ventas también se convierta en un equipo que logre grandes resultados, entonces hay ciertas características o atributos que tienen que desarrollarse diariamente, para poder convertirse en uno.
Es bien sabido que como vendedores profesionales, debemos cubrir tres aspectos fundamentales, que muchas veces pasamos por largo: Examinar, Realizar un Diagnóstico y Prescribir, tal cual lo haría un médico. Pero aparte de estas tres fases fundamentales en cualquier venta, existen 7 elementos que tú, como vendedor, debes desarrollar para lograr resultados asombrosos y ninguno de ellos te puede faltar, porque al faltarte alguno de ellos, estarías reduciendo enormemente tus resultados.

1) Actitud Mental Positiva

El no tener una actitud mental positiva, significa que tienes una actitud mental negativa, lo cual dificulta enormemente que te relaciones con las demás personas y que te motives todos los días para desarrollar tu trabajo en ventas. A las personas les gusta estar con gente positiva y optimista y si tú no muestras estas características al mostrar tu producto o servicio, difícilmente podrás conseguir resultados favorables.

2) Imagen profesional

Si no luces presentable, dando una imagen profesional, una imagen de la persona con la que a las personas les gustaría hacer negocios, entonces tus prospectos no querrán comprarte.
Si te ves cansado o proyectas una imagen descuidada, difícilmente a alguien podrás motivar para que compre los productos o servicios que ofreces.

3) Conocimiento total del producto/servicio

Debes conocer a la perfección los productos o servicios que vendes. El no tener un conocimiento total de estos, hará que baje enormemente tu confianza al momento de estar frente a tu prospecto. Además, si no puedes responder una pregunta que te haga tu prospecto, la confianza que había depositado en ti desaparecerá.

4) Prospección continua y desarrollo de nuevos negocios.

Para tener éxito en ventas debes mantenerte prospectando constantemente y desarrollando nuevas oportunidades. La incapacidad de conseguir nuevos prospectos y convertirlos en clientes es probablemente la razón número 1 de que no se obtengan los resultados en ventas que deseas.

5) Habilidades de presentación.

Hacer presentaciones efectivas es un paso fundamental en el proceso de ventas. Requiere que pases de lo general a lo particular, despertando el interés y el deseo. Tener pobres habilidades de presentación, puede matar tu carrera en ventas.

6) Manejo de objeciones y obtener compromiso (cierre de ventas).

Tu capacidad de responder a las objeciones de tus prospectos de forma clara y de obtener el compromiso de ellos a tomar acción, es la finalidad última de las ventas. Si haces todo lo demás bien, excepto este punto, seguirás obteniendo pobres resultados en ventas.

7) Habilidades de administración personal.

Tu capacidad de planear y organizar tus actividades, para que veas al mayor número de prospectos calificados posibles, dentro de un periodo determinado de tiempo, es fundamental para tu éxito.
Una razón muy importante para no conseguir los resultados deseados en ventas, es porque tenemos una pésima administración del tiempo, es decir, fallamos en utilizar el tiempo de ventas de manera efectiva. Si esto continua por mucho tiempo, tus resultados nunca serán los que buscas.
Si de verdad deseas mejorar los resultados que estás obteniendo, analiza estos 7 elementos que te acabo de presentar. Esto lo puedes hacer, poniéndote una calificación del 1 al 5 en cada uno de ellos, siendo 1 la calificación más baja y 5 la más alta. Suma tus calificaciones y divídelas entre 7, y te dará la calificación promedio.
Ahora que sabes cual es tu calificación, analiza los resultados que estás obteniendo de manera global al día de hoy, el monto de las ventas que estás alcanzando y este es tu punto de partida.
Ahora toma la decisión de mejorar tan sólo un 10% cada una de los 7 elementos que acabamos de mencionar, y aprende lo que tengas que aprender, practica lo que tengas que practicar, para mejorar en tan sólo un 10% los resultados a lo largo de los próximos 6 meses.
Cuéntanos que harás distinto para mejorar cada uno de estos 7 elementos aquí abajo y ¡Ponte en acción!