Comprender
que cada cliente reaccionará de un modo diferente requiere diseñar experiencias
diferentes para cada uno.
¿Cómo
evalúa el cliente tu servicio?: la importancia de saber mirar y escuchar
¿Quiere aumentar sus ventas? Sus clientes actuales son el mejor punto de partida
Qué debes comunicar para lograr la satisfacción total del cliente
¿Quiere aumentar sus ventas? Sus clientes actuales son el mejor punto de partida
Qué debes comunicar para lograr la satisfacción total del cliente
Fórmula
para calcular el valor de un cliente fiel:
La
naturaleza de la experiencia del cliente tiene sus leyes fundamentales. Así
como en las ciencias naturales, esas leyes son las que nos explican su
funcionamiento y nos permiten anticipar y comprender los resultados que
obtenemos.
Una
de estas leyes, según Bruce Temkin la más importante, es la ley de
acción-reacción, que nos dice: cada acción crea una reacción personal.
Y
la palabra clave de esta ley es "personal". Significa que cada
persona reacciona de un modo diferente y particular. Pero, ¿de qué depende esa
reacción? Depende de sus características, de sus hábitos, sus experiencias
previas... en fin, del tipo de cliente del que se trate.
Veamos
un ejemplo:
Dos
reacciones diferentes ante una misma experiencia del cliente.
Hace
unas semanas tuvimos que realizar el servicio técnico de nuestro vehículo
familiar. Mi esposo sacó el turno en la concesionaria, y yo lo llevé y retiré
el día acordado.
A
ambos nos llamaron por teléfono después para pedirnos que evaluemos nuestras respectivas
experiencias. Para mí, en términos generales había sido aceptable. Nada que
reclamar, aunque tampoco nada que destacar en positivo. Sin embargo, para mi
esposo había algunos puntos insatisfactorios, que se encargó de detallar al
encuestador.
Evidentemente,
cuando de automóviles se trata, la experiencia del hombre de la casa es
diferente al de la mujer (al menos en nuestro caso, y creo que es un patrón que
se repite). Para mí, que utilizo el vehículo a diario, me basta con no tener
inconvenientes, con que me lleve y traiga adonde necesito, y que no me requiera
atención, pues mi atención cotidiana está puesta en otros asuntos "más
importantes".
Sin
embargo, para mi esposo es importante que el vehículo esté preparado para
entregar su mejor prestación, asegurándose la capacidad de responder ante
exigencias particulares, como transitar en la nieve, o en zona de montaña.
Este
es un caso que explica la ley acción-reacción de la experiencia del cliente.
Una misma experiencia, percibida por dos clientes diferentes, genera
percepciones, reacciones y evaluaciones diferentes.
¿Qué
implica tener esta ley de la experiencia del cliente?
Comprender
que cada cliente reaccionará de un modo diferente nos requiere diseñar
experiencias diferentes para cada uno. Sí. No debemos tratar a todos por igual.
Una experiencia diseñada para cualquier cliente, no satisface a ninguno.
Debemos
conocer individualmente a nuestros clientes, para diseñar y entregarles
experiencias personalizadas. Y para esto, debemos segmentar adecuadamente.
¿A
qué clientes queremos apuntar? ¿Cuáles quedarán encantados con nuestro
servicio? Muchas veces, el temor de dejar afuera a algunos grupos de clientes,
nos hace perder atractivo y dejar a todos indiferentes, lo cual implica un alto
riesgo de pasar desapercibidos y no destacarnos en nada.
No
temas en personalizar las experiencias, focalizando tus acciones en las
particularidades de esos clientes que conforman tu perfil más atractivo.