Hay
frases que pueden costarte la transacción, pues demuestran tu desconfianza en
el producto o servicio. ¡No las uses!
Los
desacuerdos llegan en más formas que sólo decir “no”, y si estás en desacuerdo
con alguien, jamás cerrarás una venta.
Los
acuerdos son los elementos más vitales e irónicamente más violados de una
venta. No estoy diciendo que debas mentirle al cliente. Es un arte decirle al
consumidor “Me encantaría poder ayudarlo” en lugar de “No es mi trabajo” o “No
puedo hacerlo”.
Aquí,
siete cosas que nunca debes decir al vender o hacer negocios.
1.
“No es mi departamento”
Siempre
tienes que tomar las responsabilidades que te corresponden, en las ventas y en
tu vida personal. No culpes a la mala economía, a otras personas o a las
condiciones externas, pues lanzar culpas te convierte en un esclavo.
Las
grandes personas saben aceptar sus responsabilidades y se centran en su
habilidad para lograr los trabajos pendientes. Si tienes el valor de aceptar el
crédito cuando ganas, sé lo suficientemente grande de aceptar cuando pierdes.
2.
“Puedes confiar en mí”
¿Alguna
vez has notado que un cliente realmente no te está escuchando? Esto sucede
porque el presunto consumidor cree que eres un vendedor en el que no se puede
confiar. Todos los días se escuchan noticias de fraudes y corrupción que hacen
que las personas se vuelvan escépticas. Esta pérdida de credibilidad sumada a
la desconfianza casi natural del consumidor te costará ventas.
Decir
“confía en mí” a un prospecto realmente no te ayudará a generar confianza y
puede que tenga el efecto contrario. Recuerda que las personas confían en lo
que ven, no en lo que escuchan.
Siempre,
siempre muestra documentación necesaria para apoyar tus propuestas. Asegúrate
de tener diversas fuentes que apoyen tu postura para darle más credibilidad a
tus palabras. Y debes escribir todo lo que dices, ofreces, propones, prometes,
sugieres y mencionaste durante tu presentación.
3.
“Yo no lo uso”
Nadie
te creerá el valor de un producto o servicio hasta que tú lo hayas probado
primero. Si trabajas en un
establecimiento de venta de autos y no manejas los vehículos que promueves,
pierdes credibilidad. Nadie le compra a quien le genera desconfianza.
La
convicción puede construir o destruir tu propuesta y una venta se logra cuando
crees verdaderamente en el valor de lo que estás ofreciendo. En el momento que
muestras dudas es cuando se imposibilita la venta.
Tienes
que estar 100 por ciento seguro de cómo funciona el producto o servicio para
poder maximizar tus oportunidades de venta. ¿Cómo esperas vender algo que tú
mismo no comprarías?
4.
“Es política de la compañía”
Nadie
quiere escuchar esto, jamás. A nadie le interesa la política de la empresa; a
todos les importa que el producto o servicio funcione, así que no utilices esta
frase para justificar por qué no puedes o no quieres hacer algo para el
cliente.
Si
tienes una política que conflictúa con el servicio al consumidor, rómpela y
genera la solución necesaria.
5.
“Somos competitivos”
La
idea de que la competencia es sana es para los consumidores, no para los
vendedores. No compitas, domina.
Cuando
Steve Jobs quería vender celulares, la mayoría de las personas en Apple le dijo
que era mejor concentrarse en el iPod. Hoy, el iPhone es el smartphone más
popular del planeta. Así es como te destacas: necesitas dominar tu campo. Usa
LinkedIn, Twitter, Google+, Facebook y otras herramientas para ser en lo
primero en que las personas piensen cuan do busquen tu producto o servicio.
6.
“Puede salirse del precio que puede pagar”
Siempre
trata al comprador como comprador, jamás prejuzgues la habilidad del consumidor
de consumar una compra.
No
importa si el prospecto te dice que tiene un presupuesto limitado o te dice que
no tiene dinero, siempre trata a las personas como si fueran realmente a cerrar
el trato.
7.
“Es mi día libre”
Siempre
debes estar abierto a hacer negocios. ¿Alguna vez has recibido un mensaje de
una grabadora cuando quieres contactar a alguien? Es muy impersonal y molesto.
Nunca anuncies que no estás cerrado a recibir oportunidades de venta.
¿Cómo
hacerlo? Programa publicaciones de Twitter y Facebook mientras estás con tu
familia y no apagues tu celular a menos que sea una emergencia.